jueves, 28 de abril de 2011

El ascenso AL PODER del Anticristo

Cuando hablo con alguien acerca de la actualidad internacional, a menudo la conversación se desvía hacia el Tiempo del Fin y el ascenso al poder del aspirante a dictador mundial, al que se conoce como el Anticristo. Ello obedece a que las noticias con frecuencia hacen referencia a acontecimientos que, según dijo Jesús, señalarían Su inminente retorno, como los enumerados en el capítulo 24 de Mateo. También sabemos que el regreso de Jesús será precedido por el régimen del Anticristo, que durará siete años. De todo ello se desprende que no pasará mucho tiempo antes que surja el Anticristo.
       Hay dos preguntas que suelen plantearme: «¿Quién es el Anticristo?», y: «¿Cuáles son sus planes actualmente?»
       Si bien es probable que ya viva entre nosotros, todavía no sabemos de quién se trata. Sin embargo, la Biblia no escatima en descripciones de este innoble personaje. Le dedica extenso espacio al tema para que no caigamos en su red de engaños cuando cobre notoriedad en la escena internacional.
       Inicialmente el Anticristo dará la impresión de ser el súper estadista que el mundo entero lleva tiempo esperando, toda vez que forjará la paz en el mundo y generará estabilidad económica. La mayoría de la gente lo verá como un pacificador, un dirigente con gran poder de atracción de masas. «Estando la provincia en paz y en abundancia entrará» (Daniel 11:24) y «tomará el reino con halagos» (Daniel 11:21).
       Pero no te dejes deslumbrar. Detrás de esa fachada benévola se oculta un ser con un siniestro objetivo: la dominación del mundo. Para lograrlo, recibirá su poder directamente del Diablo y acabará poseído por él. Será la encarnación misma de Satanás (Daniel 8:24; 2 Tesalonicenses 2:9; Apocalipsis 13:2-4,7,8).
       Asimismo la Biblia nos indica que el Anticristo no lleva a cabo sus planes solo. Tal como Dios obra por medio de Sus huestes celestiales y Sus hijos en la Tierra para cumplir Sus designios, el Diablo también actúa por medio de sus demonios y sus seguidores en la Tierra, que están bajo su control. De modo que aunque el Anticristo no domina todavía la situación personalmente, existen hoy muchos indicios de que las fuerzas espirituales que lo secundan van ocupando poco a poco espacios de poder e influyendo en el modo de pensar y actuar de la gente, con miras a alcanzar los objetivos de este caudillo de los días postreros.
       Quienes sirven al Anticristo —ya a sabiendas, ya inadvertidamente— están disponiéndolo todo con vistas al día en que haga su entrada espectacular haciéndose pasar por salvador. Los trastornos de orden económico, los conflictos bélicos, los desastres medioambientales causados por el mal manejo de los recursos naturales o de los últimos avances tecnológicos, todo ello apunta en la misma dirección y persigue el mismo objetivo perverso: generar el caos y la «angustia de las gentes» (Lucas 21:25) y preparar el escenario para la aparición del Anticristo.
       Ya se advierte que los poderosos partidarios del Anticristo están moviendo los hilos a fin de establecer un gobierno mundial. Uno de los métodos de los que se valen es la consabida globalización, a la que mucha gente considera producto del devenir natural de los acontecimientos. Sin embargo, no se está produciendo de forma espontánea; es consecuencia de un plan impulsado por fuerzas muy poderosas. Los agentes del Anticristo instalados en el sector financiero llevan años desestabilizando una por una las economías nacionales. Luego permiten que se recuperen, y de esa manera van acaparando poder entre bastidores. Como a raíz de la globalización los mercados financieros están más estrechamente vinculados entre sí, ahora esas personas tienen la posibilidad de hundir cualquiera de ellos, o todos al mismo tiempo.
       La gente es reacia a renunciar a sus libertades individuales, y los países se muestran renuentes a entregar su soberanía. Para que acepten un gobierno a escala mundial la situación tendrá que verse muy negra. Por eso, cuando sea el momento propicio, quienes apoyan al Anticristo darán al mundo el último empujón hacia el colapso económico.
       Entonces, con la economía del planeta por los suelos, los agentes del Anticristo llamarán a su superhombre para que ponga fin al caos que él mismo y los suyos habrán orquestado. Se ofrecerán a sacar al mundo de ese lío y así se iniciará un breve período de paz y estabilidad internacional.
       Muchas de las iniciativas orientadas hacia la creación de un gobierno supranacional se disfrazarán de medidas altruistas. Pero en realidad, quienes cumplen los dictados del Anticristo solo se preocupan de promover su objetivo, que es ir extendiendo su dominio. No conceden ningún tipo de asistencia a cambio de nada. En el momento idóneo exigirán el cumplimiento de los compromisos asumidos y así entronizarán a su hombre, el Anticristo.
       Si bien el futuro a corto plazo se perfila desalentador, podemos prepararnos para lo que nos aguarda cultivando nuestra relación con Jesús y estudiando y obedeciendo Su Palabra. Además, podemos cobrar ánimo ante la certeza de que se acerca un día más promisorio en que Jesucristo retornará para rescatar a Sus hijos de las garras del Anticristo y poner fin a su régimen.
       ¿Estás preparado para los acontecimientos del Fin de los Tiempos? En caso de que no, lo mejor que puedes hacer es estudiar diligentemente la Palabra de Dios y obedecer lo que Él te diga, tanto por medio de Su Palabra escrita como en tus ratos de oración, cuando te hable directamente al alma. Así no te dejarás embaucar por el Anticristo, sino que seguirás al verdadero Salvador, Jesucristo, el cual te conducirá a través de los angustiosos días que nos aguardan y te llevará al Cielo, donde disfrutarás para siempre de una nueva y gloriosa vida con Él.

       (En una futura columna de Apuntes sobre el Tiempo del Fin exploraremos más en detalle de qué forma los acontecimientos de actualidad y la tecnología están contribuyendo a allanar el camino para el Anticristo.)

martes, 26 de abril de 2011

La Marca De La Bestia (666) Ya Esta en la Tierra

¿Por qué temer el futuro?

He hablado con muchas personas que tienen miedo del futuro, sobre todo de los acontecimientos relacionados con el Fin de los Tiempos, tal como se describen en el último libro de la Biblia, el Apocalipsis. Varias me han dicho que les da miedo leer siquiera esos pasajes de la Biblia, que prefieren no pensar mucho en eso. Adoptan la actitud del niño que cuando tiene miedo cierra los ojos con la esperanza de que el peligro pase de largo.
     Confieso que yo también abrigaba miedo de los acontecimientos venideros. Aunque toda mi vida se me inculcó que el poder de Dios es grande y que está dentro de Su plan proteger a los Suyos en los tenebrosos días que se avecinan, a veces —azuzados por las preocupaciones— los pensamientos se nos desbocan y olvidamos rápidamente esos preceptos tranquilizadores. Pero me sucedió algo que alteró todo eso.
     Hace dos años descubrí que estaba embarazada. Ese mismo mes Dios nos pidió a mi esposo y a mí que nos fuéramos de misioneros al África. Dicho llamado me tomó aun más por sorpresa, pues había vivido la mayor parte de mi vida en Japón y estaba muy comprometida con un programa de asesoramiento para estudiantes universitarios y otras obras de carácter humanitario. Era feliz, me sentía realizada y me parecía haber encontrado la misión que Dios tenía para mí. Pero entonces me dijo que quería enseñarme otras cosas y que lo que necesitaba era precisamente un cambio de aires.
     Tras sobreponerme al shock inicial, fui haciéndome a la idea y me entusiasmé con la perspectiva de ir a un país completamente desconocido. A los pocos meses estábamos ya en camino. Hicimos escala en Europa para visitar a la familia de mi marido. Estando allí nos comunicamos con unos misioneros de La Familia que ya se hallaban en África y con quienes teníamos pensado trabajar.
     Nos recomendaron que lleváramos todo lo que necesitaríamos para el bebé, pues tales artículos son difíciles de conseguir, de mala calidad o disparatadamente costosos en esta región del continente africano. No es que en Europa fueran baratos. Para colmo, estábamos en pleno invierno, y el bebé nacería en el tropicalísimo clima de África Oriental. En aquel momento ningún almacén vendía ropa veraniega para bebés.
     Empecé a sentir el rigor de la situación en la que me estaba metiendo. ¿No sería un desatino y una irresponsabilidad de mi parte irme al África estando a punto de dar a luz? ¿Cómo iba a conseguir todo lo que necesitaba en tan poco tiempo y con tan poco dinero? ¿Por qué tenía que ir yo? Rompí a llorar.
     Había tocado fondo, lo que a veces no es tan terrible que digamos, pues a partir de ese momento no queda otra que mirar hacia arriba. Leí pasajes de la Biblia sobre conservar el ánimo y sobre los cuidados que Dios nos prodiga. Me fui dando cuenta de que aunque amaba entrañablemente a mi futura hija y quería lo mejor para ella, Dios se desvelaba por nosotras aún más. Era más que capaz de proveer para todo lo que necesitáramos. No tuve más que reposar en Sus brazos y escuchar Su voz, que me decía: «Venid a Mí todos los que estáis trabajados y cargados, y Yo os haré descansar. Llevad Mi yugo sobre vosotros, y aprended de Mí [...], y hallaréis descanso para vuestras almas; porque Mi yugo es fácil, y ligera Mi carga» (Mateo 11:28-30). «Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?» (Mateo 6:26).
     Si bien esas palabras me tranquilizaron, todavía no sabía cómo iba a darme Él todo lo que necesitaba en tan poco tiempo. Decidimos echar un vistazo en las ferias, donde a veces se encuentran artículos usados de buena calidad para bebés. Uno de los avisos parecía perfecto: «Muebles y ropa de niños». Fuimos con unos amigos, y al llegar descubrimos que lo único que había en la feria era antigüedades y pinturas viejas. Uno de los puestos tenía dos camisetas de bebé. No era precisamente lo que buscábamos.
     Me quedé completamente descorazonada. En eso se acercaron corriendo nuestros amigos. Estaban casi sin aliento, entusiasmados con algo que habían encontrado. «Estupendo —pensé—. Dos camisetas más. Problema resuelto». Entonces recordé que Dios es mi Padre y que no me defraudaría.
     El descubrimiento resultó ser un puesto de ventas que a mí inexplicablemente se me había pasado. El hombre vendía un ajuar completo de recién nacido hasta un año. Estaba todo en casi perfecto estado, y la mayor parte era de verano. Tenía además algunos juguetes y otros artículos de bebé que nos harían falta. Cuando le dijimos que nos íbamos de misioneros al África, prácticamente nos lo regaló todo.
     Más tarde, mi cuñada, que trabaja en una compañía farmacéutica, nos dio todo lo demás que íbamos a necesitar: vitaminas, cremas, polvos, todo. Para cuando vinimos al África, no nos faltaba nada.
     ¿Qué tiene que ver eso con el miedo que nos suscita el Tiempo del Fin? Actualmente, cuando me veo enfrentada a esos temores, sobre todo en relación a mi hija, me viene a la memoria aquella experiencia.
     Si a ti también te inquietan esa clase de temores, piensa en cuánto amas a tus hijos y en lo que harías por protegerlos y proporcionarles lo que necesitan. Luego multiplícalo por un millón. Dios es el mejor Padre que podríamos tener. Nosotros somos simples humanos. En vista de eso, es inevitable que a veces defraudemos a nuestros hijos o que no seamos padres perfectos. Sin embargo, Dios nunca falla. ¡Estamos a salvo en Sus brazos para siempre!

Perspectiva general de las profecías bíblicas, 2ª parte

(La primera parte del presente artículo cubrió las siete fases o acontecimientos principales del Tiempo del Fin, tal como se describen en Mateo 24 y otros pasajes: 1) el cumplimiento de una serie de señales; 2) el surgimiento de un dictador mundial al que se conoce como el Anticristo; 3) la firma de un pacto que dará inicio a un breve período de estabilidad y marcará el comienzo del septenio en que gobernará el Anticristo; 4) la ruptura del pacto a los tres años y medio de haberse firmado; 5) un período de aflicción y sufrimiento sin precedentes que se conoce como la Gran Tribulación; 6) una guerra nuclear que destruirá a Babilonia, la gran ramera, en una hora; 7) el arrebatamiento, cuando al final de la Gran Tribulación Jesús regrese para rescatar a Sus seguidores y llevárselos de este mundo.)
8. La cena de las bodas del Cordero
      
En el arrebatamiento Jesús regresará para rescatar a Su desposada, es decir, Su iglesia, de las garras del Anticristo. Raudamente se llevará a los Suyos para que asistan a la fiesta de bodas más grandiosa y emocionante que se haya celebrado: la gran cena de las bodas del Cordero, que tendrá lugar en el Cielo. En ella, el Señor recompensará a todos Sus fieles seguidores con hermosas coronas de la vida, que conservarán eternamente (Apocalipsis 19:7-9; 2:10).
9. La ira de Dios
      
Después que el Señor rescate y arrebate a los Suyos, se verterán las horrorosas copas de la ira de Dios sobre el Anticristo y sus perversas huestes, que todavía estarán en la Tierra. Serán las plagas más espeluznantes que el mundo haya conocido. Los ángeles ajusticiadores de Dios darán su merecido al Anticristo y sus secuaces (Apocalipsis 11:18; 14:9,10; 16:1-11).
10. La batalla de Armagedón
      
En un valle situado en el norte de Israel, el Anticristo conducirá a sus ejércitos en una campaña para exterminar a quienes persistan en oponérsele. Pero Jesús y Sus huestes de santos —todos Sus seguidores renacidos y resucitados de todas las épocas— regresarán a la Tierra en majestuosos corceles blancos para derrotar y abatir al Anticristo y sus malvadas fuerzas en la apocalíptica batalla de Armagedón (Apocalipsis 16:12-16; 19:11-21).
11. El Milenio
      
La Tierra será restaurada. Recobrará el estado de perfección en que se encontraba en los tiempos del Edén (Isaías 11:6-9; 14:7;
65:25; Oseas 2:18), y Jesús y Sus santos establecerán en ella el reino de los Cielos (Daniel 2:44; 7:18,22,27; Apocalipsis 5:10). Durante mil años el Diablo será encarcelado en el abismo (Apocalipsis 20:1-3) y los habitantes del mundo no salvos —sobrevivientes de la batalla de Armagedón— serán obligados a obrar bien. Entonces sí —bajo el justo reinado de Jesús y Sus santos— cesarán todas las guerras. Por fin el mundo será gobernado con verdadera justicia y equidad, libertad, paz, abundancia y felicidad para todos (Isaías 2:4; Apocalipsis 2:26; 20:4-6). Ese período de mil años se denomina el Milenio.
      Durante el Milenio, los santos resucitados poseerán cuerpos gloriosos como el que tenía Jesús después de haber resucitado (Filipenses 3:20,21; Lucas 20:36) y estarán dotados de extraordinarios poderes: invencibilidad; inmunidad al dolor, a las enfermedades y a la muerte; capacidad de volar, de aparecer y desaparecer, de mudar de aspecto, de leer el pensamiento, de comunicarse telepáticamente y de detener emitiendo apenas un pensamiento o una mirada a quienes se dispongan a obrar mal (1 Juan 3:2; Juan 20:19,26; Lucas 24:31; Hechos 10:40,41).
      Los habitantes de la Tierra seguirán teniendo cuerpos naturales, como los que poseemos actualmente, y no dispondrán de los poderes sobrenaturales de los santos. Ello facilitará mucho nuestra tarea de gobierno, la cual realizaremos con amor, con sabiduría y con el poder y la autoridad de Cristo. Dado que todos podrán percibir la gloria del poder y el reino de Dios, en el Milenio no habrá incrédulos (Hebreos 8:11; Habacuc 2:14). Lamentablemente, subsistirán ciertos elementos que opondrán resistencia y que no se someterán ni obedecerán, sino que con actitud obstinada y desafiante se rebelarán cuando tengan ocasión de hacerlo al final de este soñado período de mil años (Isaías 26:10).

12. La batalla de Gog y Magog
      
Al final del Milenio Satanás será liberado de su encierro en el abismo por «un poco de tiempo», apenas lo suficiente para engañar a los rebeldes no conversos que, una vez más, lo seguirán hasta las últimas consecuencias en abierta rebeldía contra el Señor y Su gobierno. Dicha rebelión desencadenará la catastrófica batalla de Gog y Magog, en la que Dios hará llover fuego del cielo para consumirlos del todo. De tales proporciones será el fuego que calcinará por completo la superficie del planeta, y los cielos atmosféricos se desvanecerán con un gran estruendo, como un pergamino que se enrolla (Apocalipsis 6:14; 2 Pedro 3:10). Se renovará entonces toda la superficie del planeta, y gozaremos de una nueva y hermosa Tierra en la que no habrá más contaminación ni existirán ya los mares, aunque puede ser que perduren masas menores de agua. Tampoco existirá el Diablo, por cuanto habrá sido arrojado al lago de fuego (Apocalipsis 20:7-10; 21:1).
13. El juicio ante el gran trono blanco
      
Tras la culminante batalla de Gog y Magog, los no salvos de todas las eras resucitarán para ser juzgados ante un gran trono blanco, momento en que «se abrirán los libros». Se les impartirá su sentencia definitiva según sus obras y se les asignará su morada en la otra vida (Apocalipsis 20:11-13). Los peores, los más crueles y perversos, serán enviados al Infierno o al Purgatorio para recibir su castigo y purificación. En cambio, quienes se esforzaron por obrar bien pero no se salvaron por no haber tenido ocasión de oír el Evangelio —cuyos nombres estarán inscritos en el libro de la vida— tendrán oportunidad de aceptar a Jesús y disfrutar de la increíble Tierra nueva (2 Pedro 3:9; 1 Timoteo 2:4; 1 Pedro 3:18,19).
14. Cielo nuevo y Tierra nueva
      
La impresionante ciudad celestial de Dios descenderá entonces desde lo alto sobre el planeta Tierra —bellamente recreado— y Dios mismo morará aquí con nosotros (Apocalipsis 21:1-3). La ciudad celestial medirá casi 2.400 kilómetros de largo, 2.400 de ancho y 2.400 de alto (Apocalipsis 21:16).
      Toda la ciudad estará hecha de oro puro, semejante al vidrio limpio (Apocalipsis 21:18). A través de sus diáfanos muros contemplaremos la belleza del planeta Tierra, ya regenerado y restituido, poblado por naciones nuevas que habrán conocido y aceptado la justicia, la bondad y el amor de Dios. A la postre, gracias a la misericordia y justicia divinas cesará todo castigo sobre la tierra y debajo de ella. Casi todos los que hayan vivido alguna vez se reconciliarán finalmente con Dios y morarán con los elegidos dentro de la ciudad celestial, o bien fuera de ella. «El Señor no quiere que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento» (2 Pedro 3:9). «Quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad» (1 Timoteo 2:4). «Para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla [...] y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre» (Filipenses 2:10,11).

      ¿Disfrutarás tú del arrebatamiento, la cena de bodas, los mil años de cielo en la tierra y la eterna ciudad celestial de Dios? ¿Eres uno de los salvos a los que se le permitirá morar en esa ciudad? Si aún no has aceptado el regalo de salvación de Jesús, hazlo ya, y se te concederá instantáneamente la ciudadanía permanente de esa grandiosa ciudad dorada. Además, tendrás ocasión de saborear ahora mismo el Cielo y la vida eterna, por anticipado.

Perspectiva general de las profecías bíblicas SOBRE EL TIEMPO DEL FIN, 1ª parte

La Biblia no solo nos habla de tiempos pasados, sino que nos da a conocer el futuro. Contiene miles de profecías detalladas sobre personas, lugares, momentos, situaciones y acontecimientos muy precisos. Muchas de esas profecías giran en torno a las postrimerías del reinado de los hombres en la Tierra, una época a la que se ha dado en llamar el Tiempo del Fin, el período histórico en que vivimos actualmente.
1. Señales de los tiempos

La Biblia nos ofrece numerosas «señales de los tiempos», indicaciones a los que debemos estar atentos para saber exactamente cuán cerca estamos del retorno de Cristo. Entre esas señales cabe mencionar un alarmante incremento en la frecuencia, magnitud y gravedad de fenómenos como las guerras, las hambrunas, las pestes y los terremotos (Mateo 24:7); que el Evangelio se predicará en todo el mundo (Mateo 24:14); un espectacular aumento de los viajes internacionales y los conocimientos científicos (Daniel 12:4); una gran «apostasía» de la fe en el Dios verdadero, pues «los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando a muchos» (2 Tesalonicenses 2:3; 2 Timoteo 3:13); la propagación del egoísmo y de la falta de afecto natural, que alcanzan cotas sin precedentes hoy en día (Mateo 24:12; 2 Timoteo 3:1—4), señales todas estas que generan «angustia de las gentes», que llevan a los hombres a «desfallecer por el temor» (Lucas ­
21:25,26) y que evidentemente se vienen cumpliendo hoy en día como nunca en la Historia.

2. El Anticristo y su ascenso al poder

Uno de los signos más destacados del fin de los tiempos es el acceso al poder de un gobierno mundial completamente ajeno a Dios, encabezado por un dictador poseído por el propio Satanás, un dirigente de talla internacional al que se denomina el Anticristo. El mundo, desesperado, irá en pos de ese súper estadista con la esperanza de que posea el ingenio para resolver sus más acuciantes problemas, poner fin a sus crisis económicas, armonizar las relaciones políticas internacionales, terminar con las disputas religiosas y desactivar la bomba de tiempo nuclear (Daniel
8:23—25; 11:21,24; 2 Tesalonicenses
2:3,4).

3. Firma del pacto

El Anticristo firmará un pacto por siete años, un acuerdo conciliatorio entre las principales religiones, mediante el cual el mundo gozará de cierta medida de paz (Daniel 9:27a). De algún modo se valdrá de dicho pacto para solucionar la actual crisis de Oriente Medio y lograr un acuerdo entre árabes y judíos. Gracias a este arreglo éstos últimos podrán reconstruir su ansiado templo y reanudar el antiguo sacrificio ceremonial de animales (Daniel 8:11; 9:27; Mateo 24:15; 2 Tesalonicenses 2:4).
Durante la primera mitad del septenio en que gobernará el Anticristo, el mundo se maravillará de él. Habrá conseguido hasta cierto punto la pacificación del planeta, el repunte de la economía mundial, una justa redistribución de las riquezas, una mayor asistencia a los pobres, la solución de la crisis de Oriente Medio y un compromiso a favor de la libertad de culto (Daniel 11:21—24,39).

4. Violación del pacto

No obstante, y sin previo aviso, a la mitad de esos siete años romperá el pacto (Daniel 9:27b), invadirá Israel desde el norte (Daniel 11:28—31), suprimirá toda forma tradicional de culto religioso (Apocalipsis 13:7,8), se declarará Dios (2 Tesalonicenses 2:4) y exigirá que todo el mundo le rinda culto y adore su «imagen», la cual podría ser una suerte de robot.
El falso profeta —principal asesor del Anticristo— encandilará a la opinión pública y será el creador de dicha imagen (Apocalipsis 13:11—14). La erigirá en el recinto del reconstruido templo judío (Daniel 11:31). El profeta Daniel se refirió a ella como la «abominación desoladora». Será una efigie que hablará y de algún modo tendrá la capacidad de aniquilar a todo el que se niegue a rendirle culto (Apocalipsis 13:14,15). Jesús dijo que en el momento en que veamos esa abominación desoladora en el templo, sabremos que han dado comienzo los últimos tres años y medio del dominio de los hombres en la Tierra, época que, según Él nos advirtió, será de «gran tribulación» (Mateo 24:15,21).

5. Gran tribulación

Durante los últimos tres años y medio de su régimen, el Anticristo instaurará un sistema de crédito global, con lo cual eliminará el papel moneda. Su régimen se valdrá de ese nuevo sistema crediticio para obligar al mundo a rendirle culto y someterse a sus dictados, toda vez que nadie podrá comprar ni vender sin contar con un número de crédito personal, la «marca de la Bestia», en la mano o en la frente (Apocalipsis 13:16—18). No obstante, los hijos de Dios y muchas otras personas se negarán a adorar al Anticristo y a permitir que les implanten su marca, y el Señor cuidará de ellos (Apocalipsis 12:6,14).
Mientras el Anticristo y los suyos persigan y traten de liquidar a sus enemigos, Dios desatará plagas y pestes que los atormentarán (Apocalipsis capítulo 8; 9:1—11; 11:3—6). La Tribulación será semejante a los últimos días del cautiverio de los hijos de Israel en Egipto, antes que Moisés los condujera en su éxodo. Los profetas de Dios van a obrar grandes señales, portentos y milagros en defensa del Evangelio y de los hijos de Dios. Mientras tanto, Dios dejará caer plagas sobre sus enemigos (Apocalipsis
11:3,5,6).
Una serie de guerras y la persecución a escala planetaria desatada por el Anticristo contra todos los que se nieguen a rendirle culto harán de la Tribulación una época de crisis «cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá» (Mateo 24:21). Sin embargo, en diversos pasajes y mediante datos corroborativos la Biblia aclara cuánto va a durar la Tribulación: tres años y medio, o 42 meses, o 1260 días1 desde el momento en que el Anticristo ponga su imagen en el templo. Dios nos reveló esas cifras para animarnos a seguir fieles a Jesús y aguantar durante una época que para los cristianos será de extremas dificultades (Daniel 7:25; 12:7; Apocalipsis 13:5; 12:6,14; 11:3).
Durante ese lapso, «el pueblo que conoce a su Dios se esforzará y actuará. Y los sabios del pueblo instruirán a muchos» (Daniel 11:32,33). Los habitantes de la Tierra buscarán la verdad con más afán que nunca. Quienes conozcan la Palabra de Dios y sean fieles testigos Suyos instruirán y alentarán a millones. A pesar de todas las tentativas de las fuerzas del Diablo para detenerlos, millones de hijos de Dios seguirán adelante por Él hasta el fin mismo.

6. Guerra nuclear

En algún momento, probablemente hacia el final de la Gran Tribulación o incluso después del arrebatamiento (hito nº7), 10 «reyes» se aliarán con el Anticristo para destruir con fuego a «Babilonia, la gran ramera». Varios versículos sugieren que podría tratarse de los principales países de Europa, o quizás representen globalmente a la Unión Europea, que junto con Rusia se volverá contra los Estados Unidos y lanzará por sorpresa un ataque nuclear que destruirá a la nación americana en «una hora» (Apocalipsis 17:12,13,16,17; Apocalipsis 18:2,7,8). Los detalles de esto todavía no están muy claros; pero a medida que se acerque el momento, iremos viendo exactamente cómo se cumplen esos versículos.

7. El arrebatamiento

Al final de los tres años y medio —«inmediatamente después de la tribulación de aquellos días»—, cuando el Anticristo crea que tiene al mundo en su poder, Jesús retornará para rescatar de este mundo a todos Sus seguidores. Las fuerzas del Anticristo quedarán perplejas al ver al Señor viniendo en las nubes del Cielo con poder y gran gloria (Mateo 24:29—31; Apocalipsis 1:7).
Al regreso de Cristo, todos los hijos de Dios salvos resucitarán gloriosamente en lo que se conoce como el arrebatamiento. El apóstol Pablo escribió: «He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados» (1 Corintios 15:51,52). Los sepulcros de todos los cristianos que ya hayan muerto se abrirán. Se les dotará entonces de nuevos cuerpos gloriosos, como el de Jesús después de resucitar. «Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor» (1 Tesalonicenses 4:16,17).

domingo, 24 de abril de 2011

Los cuatro jinetes del Apocalipsis

Profecías de la Biblia sobre el Tiempo del Fin
     ¿Te has preguntado alguna vez por qué hay guerras o por qué es tan injusta la distribución de la riqueza, por qué algunas personas —e incluso naciones enteras— son ricas y opulentas mientras otras padecen hambre y privaciones? ¿Por qué los gobiernos gastan millones en guerras que siembran muerte y destrucción mientras los pobres siguen sufriendo?
Yo me cuestionaba por qué el mundo es como es, por qué no puede haber más amor, paz y cooperación entre personas y países para hacer del mundo un lugar mejor. Encontré la respuesta a ese interrogante en la Biblia, concretamente en el capítulo 6 del Apocalipsis, pasaje que describe a cuatro jinetes.
     En dicho capítulo Jesús abre el libro del futuro, el libro de las profecías, que está cerrado con siete sellos, y le revela al apóstol Juan el futuro desde aquel momento —desde el año 90 d.C. aproximadamente— hasta los postreros días —la época en que vivimos actualmente— y más allá.
     La palabra apocalipsis proviene del griego apokálupsis, que significa revelación del futuro. Los cuatro jinetes del Apocalipsis revelan la verdad sobre la religión, la guerra y la economía, y preparan el terreno para lo que ha de venir.

El primer sello
Vi cuando el Cordero abrió uno de los sellos, y oí a uno de los cuatro seres vivientes decir como con voz de trueno: «Ven y mira». Y miré, y he aquí un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo, y para vencer (Apocalipsis 6:1,2).
     El primer jinete, que lucía una corona y salió venciendo, es obviamente Jesús. ¿Qué sucedía en aquella época, alrededor del año 90 d.C.? Desde la perspectiva espiritual, Jesús resucitado salía para conquistar el mundo con el Evangelio por medio de Sus apóstoles y de los primeros cristianos. A la larga llegarían a conquistar el poderoso Imperio Romano. El mensaje de amor y perdón divinos que predicaba Jesús demostró tener más fuerza que todas las legiones de Roma. Jesús es el gran conquistador a lomos del caballo blanco.
     En el capítulo 19 del Apocalipsis encontramos otro caballo blanco: «He aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero. [...] Su nombre es: el Verbo de Dios» (Apocalipsis 19:11,13).
     A raíz del versículo 14 del primer capítulo del Evangelio de Juan sabemos que el «Verbo de Dios» es Jesús: «Aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos Su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad».
     A Jesús lo siguen las huestes del Cielo, los santos resucitados que también descienden del Cielo cabalgando en corceles blancos para derrotar a las fuerzas del Anticristo y tomar control del mundo en la Batalla de Armagedón (Apocalipsis 19:14).
El segundo sello
Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo ser viviente, que decía: «Ven y mira». Y salió otro caballo, bermejo; y al que lo montaba le fue dado poder de quitar de la tierra la paz, y que se matasen unos a otros; y se le dio una gran espada (Apocalipsis 6:3,4).
     ¿Qué quita «de la Tierra la paz»? La guerra, obviamente. El caballo bermejo simboliza la guerra, los militares y su maquinaria bélica.
     El color del caballo —el bermejo, que es un tono rojizo— resulta muy apropiado, pues representa toda la sangre vertida en las infernales guerras del hombre, las cuales no pueden achacársele a Dios, sino que son causadas por el orgullo, los prejuicios y la avaricia que reinan en el corazón del hombre. «¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros?» (Santiago 4:1).
     La gran espada que se le entregó al jinete del caballo bermejo podría ser alusiva a los grandes adelantos en materia de armamentos y a las hecatombes mucho mayores ocasionadas por la guerra desde que Juan recibió esta profecía.
El tercer sello
Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía: «Ven y mira». Y miré, y he aquí un caballo negro; y el que lo montaba tenía una balanza en la mano. Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: «Dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada por un denario; pero no dañes el aceite ni el vino» (Apocalipsis 6:5,6).
     El jinete del caballo negro, que llevaba en la mano una balanza, simboliza a los magnates y potentados que ejercen gran influencia en la distribución de la riqueza en el mundo manipulando la economía de los países. Sólo hay otro versículo de la Biblia en el que se describe a un hombre con una balanza: «Mercader que tiene en su mano peso falso, amador de opresión» (Oseas 12:7).
     Otro de los profetas —Amós— también dijo que los mercaderes —los poderosos capitalistas de su época, que robaban a los pobres en lugar de ayudarlos— achicaban la medida, subían el precio y falseaban con engaño la balanza, para comprar los pobres por dinero y los necesitados por un par de zapatos. (Amós 8:4-6).
     El caballo negro representa, pues, el hambre y la pobreza generados por los ricos que se niegan a compartir con quienes padecen necesidad. Este caballo es el responsable de la situación económica actual. En la Escritura el aceite y el vino simbolizan la abundancia y la suntuosidad. La referencia a que el aceite y el vino no fueron dañados describe una situación en la que la opulencia y la riqueza conviven junto al hambre y la pobreza, y el abismo que separa a los ricos de los pobres se va ensanchando cada vez más.
El cuarto sello
Cuando abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto ser viviente, que decía: «Ven y mira». Miré, y he aquí un caballo amarillo, y el que lo montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades le seguía; y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra (Apocalipsis 6:7,8).
     El cuarto y último jinete del Apocalipsis es la muerte misma, no solo la muerte causada por la guerra, sino también por bestias, plagas, hambrunas y toda causa concebible.
     Naturalmente, siempre hemos padecido la muerte. Sin embargo, la muerte ocasionada por el hambre, las catástrofes naturales, nuevas plagas tales como el sida y nuevas pestilencias tales como el virus del ébola, han alcanzado proporciones sin precedentes, tal como dijo Jesús que ocurriría justo antes de Su retorno: «Se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares» (Mateo 24:7).
El quinto sello
Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían. Y clamaban a gran voz, diciendo: «¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra?» Y se les dieron vestiduras blancas, y se les dijo que descansasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos (Apocalipsis 6:9-11).
     Primero se presenta el caballo blanco, cuyo jinete proclama su mensaje y conquista numerosas almas. Luego se produce el franco rechazo del mensaje por parte de los incrédulos, los que toman partido con los otros tres jinetes montados sobre los caballos bermejo, negro y amarillo. Esto se traduce en la persecución y martirio de «los que habían sido muertos por causa de la Palabra de Dios». Así ha sido a lo largo de la Historia. Esos mártires, no obstante, son los menos. La mayoría de los seguidores de Jesús se han librado del martirio y han podido conservar la vida y proseguir con Su obra.      La guerra, la codicia y la muerte —los personajes revelados durante la apertura del segundo, tercero y cuarto sello— son casi tan milenarios como el mundo mismo. No obstante, el cuadro que nos presenta la Biblia, tanto en este como en otros pasajes, indica que cada una de esas fuerzas adquirió mayor preponderancia desde la época en que se comunicó esta revelación al apóstol Juan.
     Esta fue también una de las predicciones que hizo Jesús en Su famoso discurso sobre el Fin de los Tiempos (Mateo, capítulo 24). En aquella ocasión auguró que este proceso culminaría en una «gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados» (Mateo 24:7,21-22).
     Dicho de otro modo, Jesús previó que un día la humanidad llegaría a tal callejón sin salida que se autoaniquilaría si Dios le permitiese continuar a su manera hasta las últimas consecuencias. Y anunció que cuando esté a punto de consumar su propia destrucción, Dios intervendrá para evitarlo. ¿De qué manera? Por medio de la segunda venida de Cristo, cuando regrese para castigar a los impíos, asumir el gobierno del mundo e instaurar Su reino de justicia (Mateo 24:29-30; Isaías 9:7; Jeremías 23:5; Apocalipsis 19:11-21).
     La humanidad no alcanzó la capacidad de autodestruirse sino hace unos 50 ó 60 años. Los militares —el caballo bermejo— tienen actualmente sus ojivas nucleares, sus misiles intercontinentales y sus armas químicas y biológicas, aparte la tecnología para la llamada guerra de las galaxias.
     Los ricos, montados en su caballo negro, fueron los grandes cómplices de las grandes guerras del siglo pasado. El acaparamiento y mal uso que hacen de sus fortunas amenaza con desatar un nuevo conflicto global. Además, en su insaciable afán de obtener más y más riquezas, los poderosos finalmente han logrado contaminar toda la Tierra. Tales son algunas de las consecuencias de la tecnología moderna.
     Después de los otros caballos, aparece el cuarto jinete a lomos del caballo amarillo: la muerte en todas sus manifestaciones.
     Esos son, pues, los cuatro jinetes del Apocalipsis. Seguirán cabalgando hasta el Fin, cuando Jesús regrese para transportarnos consigo a la dimensión celestial e impartir Sus castigos a quienes perpetraron este infierno en la Tierra. Luego vendremos nuevamente —Él y todos los santos de Dios— para acabar con el Anticristo y todas sus fuerzas en la Batalla de Armagedón. Posteriormente Dios limpiará y purificará la Tierra y establecerá Su reino eterno regido por Jesucristo.

* * *
     ¿Por cuál de esos caballos apuestas? Ponlo todo al ganador. ¡Acepta a Jesús hoy mismo! Así tendrás la seguridad de que un día de éstos cabalgarás junto a Él sobre tu propio caballo, cuando regrese para remediar todos los males. Jesús es «el camino, la verdad y la vida» (Juan 14:6). Si lo sigues, «conocerás la verdad, y la verdad te hará libre» (Juan 8:32).

lunes, 18 de abril de 2011

familia microchip 666

ESTE VIDEO PERTENECE A LA NOTA ….Microchip 666 LA DICTADURA Y EL CONTROL TOTAL DE LA HUMANIDAD

….Microchip 666 LA DICTADURA Y EL CONTROL TOTAL DE LA HUMANIDAD

UN CHIP DE LOCALIZACION GLOBAL SE IMPLANTARON EN LA PIEL LOS ARTISTAS VICENTE FERNANDEZ Y LORENA HERREA LA PROFECIA BIBLICA ES CLARA: Apocalipsis 13:16 “Y hacia que a todos… se les pusiese una marca en la mano derecha o en la frente, Y QUE NINGUNO PUDIESE COMPRAR NI VENDER, sino el que tuviese la marca, o el nombre de la bestia, o el numero de su nombre…666″ (UNIFICACION DEL SISTEMA FINANCIERO MUNDIAL) Apocalipsis 13:5 “…Para que hablase e HICIESE MATAR a todo el que no la adorase” (UNIFICACION DEL SISTEMA POLITICO MUNDIAL – DICTADURA) EN LA ACTUALIDAD YA ESTA EN ACCION EL PLAN SATANICO DE LOS ILLUMINATIS DEL NUEVO ORDEN MUNDIAL, QUE BUSCA ESTABLECER UN UNICO GOBIERNO EN LA TIERRA. LA BIBLIA DICE QUE SERA UNA DICTADURA DONDE TODO SER HUMANO SERA CONTROLADO Y TENDRA QUE OBEDECER LAS NUEVAS LEYES Y ORDENES DEL DICTADOR (LA BESTIA). EL BIOCHIP 666 ......................................................................... EL CONTROL TOTAL TENDRA COMO PLATAFORMA LA TECNOLOGIA, Y LA FINALIDAD DE LOS LIDERES MUNDIALES, ENCABEZADOS POR LA ONU Y LOS ILLUMINATIS DEL GRUPO BILDERBERG, ES IMPLANTARLE BAJO LA PIEL A TODO SER HUMANO UN BIOCHIP, EL CUAL ES LA MARCA DE LA BESTIA 666, PARA PODER CONTROLARLOS Y HACERLES OBEDECER LAS ORDENES DE DICHO DICTADOR, CUANDO YA ESTE ESTABLECIDO EL NUEVO ORDEN MUNDIAL. .......................................................................... ESTE BIOCHIP YA HA SIDO DISEÑADO POR LA EMPRESA APPLIED DIGITAL SOLUTIONS (VERICHIP), Y HA SIDO IMPLANTADO A UNA FAMILIA EN LOS ESTADOS UNIDOS, QUIENES SE CONSTITUYEN EN LOS PIONEROS A NIVEL MUNDIAL EN TENER ESE “VERICHIP” (MARCA DE LA BESTIA 666) OBSERVEN LAS DECLARACIONES QUE ESTA FAMILIA DIO ANTE LA PRENSA INTERNACIONAL. ALGUNAS CARACTERISTICAS DEL “VERICHIP” - POSEE TODA LA INFORMACION PERSONAL DEL INDIVIDUO (CEDULA) - LA PERSONA PUEDE SER LOCALIZADA VIA SATELITE EN EL LUGAR DONDE SE ENCUENTRE, Y VIGILADA LAS 24 HORAS DEL DIA. - A TRAVES DE EL PODRA REALIZAR SUS TRANSACCIONES COMERCIALES (COMPRAR Y VENDER). .............................................................................. EL ENGAÑO SE ESTÁ PRESENTANDO A LA SOCIEDAD INTERNACIONAL COMO UN ADELANTO TECNOLÓGICO, QUE TRAERÁ MUCHAS VENTAJAS A LA SEGURIDAD MUNDIAL, DISMINUYENDO LOS ROBOS, PORQUE LAS PERSONAS NO MANEJARAN DINERO EN EFECTIVO, Y COMBATIENDO LOS SECUESTROS, YA QUE PODRÁN SER LOCALIZADOS EN CASO DE UN RAPTO. ESTO PUEDE SER CIERTO, PERO DETRÁS DE ELLO SE ESCONDEN LAS VERDADERAS RAZONES: 1- IMPLANTAR CON ENGAÑO LA MARCA DE LA BESTIA EN LOS SERES HUMANOS. 2- VIGILAR Y CONTROLAR CADA PERSONA DE MANERA QUE PUEDAN SER LOCALIZADOS DONDE SE ENCUENTREN. 3- CONTROLAR EL DINERO DE LA POBLACIÓN MUNDIAL. 4- DARLE PERSECUCIÓN Y HASTA MUERTE A AQUELLOS QUE NO SE SUJETEN A SUS NUEVAS LEYES. 5- FINANCIAN Y HACEN EL TERRORISMO PARA CREAR MIEDO E INSEGURIDAD EN LA GENTE. DE ESTA MANERA ESTÁN LLEVANDO A LA POBLACIÓN MUNDIAL ACEPTAR EL USO DE ESTE CHIP (666), CONVIRTIÉNDOSE EN ESCLAVOS SIN DARSE CUENTA PASO A PASO. ................................................................... COMO PARTE DEL PROCESO EN EL QUE SE BUSCA ACOSTUMBRAR A LA SOCIEDAD AL USO DEL BIOCHIP DE IDENTIFICACIÓN PERSONAL, HOY EN DÍA APPLIED DIGITAL SOLUTIONS TIENE A LA VENTA EN EL MERCADO UN CHIP DE LOCALIZACIÓN GLOBAL QUE CIENTOS DE PERSONAS HAN ADQUIRIDO, PARA QUE PUEDAN SER LOCALIZADAS EN CASO DE SER SECUESTRADOS, ENTRE ELLOS HAY PERSONALIDADES COMO VICENTE FERNÁNDEZ Y LORENA HERRERA. VEAMOS UNA PARTE DEL REPORTAJE QUE EL NOTICIERO NOTICENTRO4 DE PUERTO RICO REALIZO AL RESPECTO COMO FUNCIONA EL VERICHIP? UTILIZA EL MISMO MECANISMO DE LOS CÓDIGOS DE BARRA, LOS CUALES TIENEN UN CÓDIGO SECRETO QUE SOLO PUEDE SER LEÍDO POR LOS SCANNERS Y QUE ES COMO LA CLAVE DE ACCESO PARA COMPRAR LOS PRODUCTOS EN UN SUPERMERCADO O CUALQUIER OTRO ESTABLECIMIENTO. EXPLICAMOS: LOS CÓDIGOS DE BARRA USADOS EN PRODUCTOS ESTÁN FORMADOS POR GRUPOS DE DOS BARRAS, Y DEBAJO DE ELLAS HAY UN NÚMERO… PERO NOTE USTED ALGO QUE NO ES CASUAL… HAY TRES GRUPOS DE ESTOS QUE NO TIENEN NINGÚN NUMERO: EL PRIMERO, EL DE LA MITAD Y EL ULTIMO. ESTOS TRES NÚMEROS NO LOS PUEDE VER EL OJO HUMANO, SINO QUE SON LEÍDOS POR RAYOS LASER A TRAVÉS DE LOS SCANNERS. AHORA BIEN… NO HACE FALTA SER MUY INTELIGENTES PARA SABER QUE NO NOS DEJAN VER ESOS TRES NÚMEROS PORQUE NO LES CONVIENE, SERIAN MUY EVIDENTES AL DEJARNOS VER QUE SU CÓDIGO SECRETO ES 6.6.6. ASÍ MISMO FUNCIONA EL BIOCHIP (666) IMPLANTABLE EN HUMANOS. 1- DESAPARECERA EL DINERO CIRCULANTE LAS PERSONAS NO ANDARÁN CON DINERO EN EFECTIVO, SINO QUE A TRAVÉS DEL BIOCHIP PODRÁN REALIZAR CUALQUIER TRANSACCIÓN. SOLO ES PASAR UN SCANNER POR LA PARTE DEL CUERPO DONDE HA SIDO IMPLANTADO, Y SE DEBITA EL VALOR DIRECTAMENTE DE SUS CUENTAS BANCARIAS. POR ESO DICE LA BIBLIA QUE NINGUNO PODRÁ COMPRAR NI VENDER SINO TIENE LA MARCA DE LA BESTIA (VERICHIP 666). 2- REEMPLAZARAN LAS CEDULAS DE CIUDADANIA AL OFICIALIZARSE LA UTILIZACIÓN DE LOS CHIPS DE IDENTIFICACIÓN PERSONAL, DESAPARECERÁN LAS CEDULAS CONOCIDAS, YA QUE ESTOS CONTENDRÁN TODA LA INFORMACIÓN DE ÍNDOLE PERSONAL DEL INDIVIDUO, Y A TRAVÉS DE LOS SCANNERS SE PUEDE ACCEDER A ELLA.

¿Me pueden dar información acerca del Tiempo del Fin y eventos relacionados? ¿Cuáles son las «señales de los tiempos»?

Daniel 12:4 [Aumentará la ciencia.] Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará. Mateo 24:7 [Guerras y desastres naturales.] Se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. 2 Timoteo 3:1,13 [Aumentará mucho la maldad.] También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos… Los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados. 2 Tesalonicenses 2:2-3 [Se apartarán de la fe.] Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá [el día del Señor] sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición. (V. Mateo 24:12.) Daniel 8:23-25 [La subida al poder del Anticristo.] Al fin del reinado de éstos, cuando los transgresores lleguen al colmo, se levantará un rey feroz de rostro y entendido en enigmas. Y su poder se fortalecerá, mas no con fuerza propia; y causará grandes ruinas, y prosperará, y hará arbitrariamente, y destruirá a los fuertes y al pueblo de los santos. Con su sagacidad hará prosperar el engaño en su mano; y en su corazón se engrandecerá, usando la paz destruirá a muchos; y se levantará contra el Príncipe de los príncipes, pero será quebrantado, aunque no por mano humana. (V. Daniel 11:21.) Daniel 9:27 [El pacto de paz.] Por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador. Mateo 24:15-21 [La Tribulación.] Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda)… habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. (V. Daniel 7:21; Apocalipsis 12:6,14.) 2 Tesalonicenses 2:3-4 [El Anticristo se hace pasar por Dios.] El hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios. (V. Apocalipsis 13:8.) Apocalipsis 13:16-18 [La marca de la Bestia, 666.] Hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre. Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis. Mateo 24:29-30 [La segunda venida de Jesús.] Inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas. Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria. 1 Tesalonicenses 4:16-17 [El arrebatamiento.] El Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Filipenses3:20,21 [Cuerpos nuevos.] Mas nuestra ciudadanía está en los Cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria Suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas. Apocalipsis 19:1, 6-9 [La cena de las bodas.] Después de esto oí una gran voz de gran multitud en el cielo, que decía: ¡Aleluya! Salvación y honra y gloria y poder son del Señor Dios nuestro. Y oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que decía: ¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina! Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y Su esposa se ha preparado. Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos. Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios. Romanos 14:10-12 [El juicio.] Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo. Porque escrito está: Vivo Yo, dice el Señor, que ante Mí se doblará toda rodilla, y toda lengua confesará a Dios. De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí. (V. Apocalipsis 14:9-10; 16:1.) Apocalipsis 16:13-16 [Armagedón.] Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos a manera de ranas; pues son espíritus de demonios, que hacen señales, y van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso… Y los reunió en el lugar que en hebreo se llama Armagedón. (V. Apocalipsis 19:11,14-15,19-21.) Apocalipsis 19:20 [Dios gana.] La bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre. Apocalipsis 20:1-4 [El Milenio.] Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano. Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años… y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años. (V. Isaías 11:6,9)

jueves, 14 de abril de 2011

Victorias en la Gran Tribulación

La Biblia nos advierte que en los últimos días del dominio de los hombres en la Tierra surgirá un poderoso gobierno supranacional, dirigido por un tirano diabólico que de hecho estará poseído por el propio Satanás: el Anticristo. Los últimos tres años y medio de su régimen constituirán la época que la Biblia denomina la Gran Tribulación (Mateo 24:21; Apocalipsis 7:14). El gobierno del Anticristo instaurará un sistema universal de dinero electrónico con el objeto de poner a todo el mundo bajo su control. Nadie podrá comprar ni vender a menos que tenga en la mano o en la frente su número personal de cuenta, al que la Biblia se refiere como la marca de la Bestia (Apocalipsis 13:16-18). El Anticristo erigirá además un ídolo, una imagen, y mandará matar a todo el que se niegue a adorarlo (Apocalipsis 13:14,15). No obstante, los hijos de Dios se negarán a rendir culto al Anticristo y a aceptar su marca, y el Señor cuidará de ellos (Apocalipsis 12:6,14). Aunque algunos cristianos morirán mártires, el Anticristo no podrá vencerlos espiritualmente. El Señor dice: «Ellos [los cristianos] le han vencido por medio de la sangre del Cordero [Jesús] y de la palabra del testimonio de ellos; y menospreciaron sus vidas hasta la muerte» (Apocalipsis 12:11). La Palabra de Dios predice que durante ese tiempo «el pueblo que conoce a su Dios se mostrará fuerte y actuará» y que «los entendidos entre el pueblo instruirán a muchos» (Daniel 11:32,33, LBLA). En esos días muchos querrán saber la verdad y procurarán hallar una salida ante situaciones verdaderamente desesperantes. Quienes conozcan al Señor y comprendan Su Palabra estarán en condiciones de explicar lo que sucede, de ofrecer orientación y apoyo anímico a los demás hijos de Dios y de apacentarlos hasta el fin mismo. El Señor ha prometido defender a Su pueblo. Los capítulos 8 y 9 del Apocalipsis hablan de las temibles plagas que Dios desatará para castigar a los impíos y frustrar la mayoría de sus tentativas de hacer daño a los hijos de Dios. Además, el Señor conferirá poderes milagrosos y sobrenaturales a muchos de Sus fieles para que puedan defenderse, sobrevivir y continuar proclamando la verdad hasta que Él vuelva (Apocalipsis 11:3-6). Por eso, no tenemos que preocuparnos de la Gran Tribulación. No implica un triunfo aplastante y total del Diablo. El pueblo de Dios obtendrá victorias sobrenaturales sobre el Anticristo y todas sus fuerzas.

miércoles, 13 de abril de 2011

El colapso económico que se avecina

Numerosos analistas y peritos en economía advierten que se avecina un devastador colapso económico. Aunque el mismo no se predice en la Biblia, un acontecimiento de esa naturaleza se ajusta a ciertas profecías clave relacionadas con el Tiempo del Fin. Sin lugar a dudas, un desplome económico precipitaría el cumplimiento de muchos sucesos presagiados en la Biblia, sobre todo el surgimiento del dictador mundial al que se conoce como el Anticristo y la puesta en vigor de su sistema crediticio universal, la marca de la Bestia ó 666. Las economías modernas se basan mayormente en la fe que el pueblo deposita en la moneda. Ésta, sin embargo, no suele ser muy digna de la confianza del público. Muchas veces la gente desconoce que su moneda no está respaldada por valores concretos -como pueden ser el oro y la plata- en cantidades sustanciales, y que es emitida por un gobierno que arrastra una grave deuda. Cuando la gente empieza a perder la confianza en su moneda, su cotización decae y el valor de las acciones decrece, lo que puede derivar en un derrumbe de la economía nacional. En esta era de comercio electrónico y economías y mercados accionarios interconectados globalmente, una repentina espiral descendente en uno de los grandes mercados financieros podría desencadenar el pánico a escala internacional y echar abajo la economía mundial cual castillo de naipes. Imaginemos que la economía norteamericana se derrumbara a causa de alguna crisis internacional de envergadura -digamos que una guerra en Oriente Medio o una gravísima escasez de petróleo-. Rápidamente se erosionaría la confianza que el resto del mundo tiene en el dólar. Dicha divisa, así como otras basadas en ella, y las acciones de las grandes multinacionales perderían gran parte de su valor. Ante esa situación, lo más probable es que la banca y los mercados financieros se desplomarían. Por añadidura, un colapso económico de tal magnitud provocaría un caos político y un estallido social generalizados. Otro factor importante es la crisis internacional generada por la deuda externa de los países en desarrollo. Prácticamente todos los países del mundo fueron seducidos por poderosos grupos financieros internacionales, representados por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), para que tomaran cuantiosos préstamos a tasas de interés que hacen imposible su restitución. ¿Por qué un organismo como el Banco Mundial, el FMI o cualquier otro habría de llevar a un país a incurrir en deudas que se sabe que éste nunca podrá cancelar? Simple: cuando ese país va a la quiebra y suspende los pagos, los prestamistas obtienen el control de su economía. Sabiamente la Biblia dice: «El que toma prestado es siervo del que presta» (Proverbios 22:7). Desde un principio ese era el objetivo que perseguían los grandes financistas internacionales al suministrar dinero a crédito a esos países: obtener el control de los mismos.
Una repentina espiral descendente en uno de los grandes mercados financieros podría desencadenar el pánico a escala internacional.
Actualmente el Banco Mundial y el FMI dictan a dichos países la política económica y la política interna que deben seguir. Dirigen el gobierno, la industria, la banca, prácticamente todo. Controlan los organismos del Estado a distancia mediante la aplicación de presiones monetarias. No hay más que echar un vistazo a los trastornos económicos que han plagado a Argentina y a otros países en años recientes para ver en qué dirección marcha todo. Los males que aquejan hoy por hoy a las economías del mundo no son accidentales ni meramente consecuencia de fluctuaciones producidas por las fuerzas que intervienen en el mercado, como nos repiten muchas veces en las noticias. Por medio de la manipulación financiera -colapsos astutamente orquestados seguidos de recuperaciones temporales que dan lugar a peores desplomes- cada vez son más los recursos monetarios que terminan en manos de unos pocos a expensas de la quiebra de más y más países, que se ven obligados a ceder su soberanía económica a cambio de préstamos de las entidades financieras internacionales. A medida que pase el tiempo y la situación empeore, se registrará aún más inestabilidad económica en los mercados financieros y altibajos sin precedentes en las principales economías del mundo. Cuando suceda eso, la gente demandará la presencia de un salvador. Paul Henri Spaak, primer presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas, declaró en cierta ocasión: «Lo que necesitamos es un hombre que tenga la suficiente estatura moral para suscitar el apoyo masivo de la población y sacarnos del pantano económico en el que nos estamos hundiendo. De presentarse dicho personaje, sea Dios o sea el Diablo, lo recibiremos»1. ¡Eso precisamente hará el mundo! Los pueblos de la Tierra ansían un superhombre en materia económica, un individuo que les dé la estabilidad y prosperidad anheladas. De ahí que cuando el Anticristo aparezca en escena y les conceda precisamente eso, lo erigirán en héroe y aceptarán con gusto su régimen y su nuevo sistema económico. Él los rescatará de la ruina económica a la que él mismo los condujo, y su plan se verá coronado por el éxito, al menos por un tiempo.
* * *
Este es el momento de prepararse para los infaustos acontecimientos que se avecinan. La mejor forma de empezar es aceptando a la salvación que te ofrece Jesús, en caso de que aún no lo hayas hecho. Luego, aprender a comunicarse con Él permanentemente por medio de la oración, para que pueda guiarte y proveer para tus necesidades en los atribulados tiempos que se avecinan. Estudia lo que dice la Biblia acerca de la dictadura del Anticristo y otros acontecimientos del fin de los tiempos para que no te tomen por sorpresa y para que no termines siguiendo ingenuamente al Anticristo. Hombre prevenido vale por dos. Jesús prometió: «La paz os dejo, Mi paz os doy; Yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo. [...] Ahora os lo he dicho antes que suceda, para que cuando suceda, creáis» (Juan 14:27,29). 1 D. Cartledge, Eschatology, p.132, Rhema Bible College, Townsville.

666 = Microchip

MARA MUCHOS LA TRIBULACION NO LA VAMOS A PASAR Y PARA OTROS SI Y PARA OTROS PASAREMOS PARTE DE LA TRIBULACION LO CIERTO ES QUE DE TODOS MODOS DEVEMOS ESTAR PREPARADOS PARA TODO NO SEA QUE QUE LUEGO NOS LLEVEMOS UN CHASCO Y TENGAMOS QUE PASAR ESTE ACONTECIMIENTO; POR ESO ES MUY IMPORTANTE SABER TODOS ESTOS TEMAS DE ANTEMANO PARA SABER BIEN ESTE TEMA DE LA TRIBULACION LES INVITAMOS A VISITAR EL BLOG DEL MANAUAL DE LA PALABRA ES www.elblogdelmanualdelapalabra.blogspot.com LA CLASE BIBLICA SE ENCUENTRA EN EL TEMA: EL TIEMPO DEL FIN.

domingo, 10 de abril de 2011

La ciudad celestial y la nueva tierra

Ante el deterioro de la coyuntura internacional, se hace más importante que nunca tener presente que habrá un desenlace feliz. Es cierto que, antes de mejorar, la situación se pondrá peor. Lo fundamental, sin embargo, es que va a mejorar, ¡y mucho! A la noche más oscura que el mundo haya conocido seguirá la alborada más gloriosa. Por fin entonces se establecerá el reino de Dios, que prevalecerá para siempre. Durante tres años y medio -denominados en la jerga bíblica la Gran Tribulación-, el Anticristo -dictador mundial cuyo advenimiento se espera en breve- perseguirá a los creyentes de todas las confesiones religiosas. No obstante, al final de la Gran Tribulación, Jesús retornará «sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria» para rescatar a los Suyos y reunirlos con Él (Mateo 24:29-31). Todos los hijos de Dios salvos que hayan muerto a lo largo de los siglos resucitarán y ascenderán milagrosamente para reunirse con Cristo en el aire. Luego los salvos que aún queden en la Tierra serán instantáneamente transformados y se unirán a ellos. Jesús rescatará a los Suyos de las fuerzas anticristianas que los estén atribulando y se los llevará a la celebración más grandiosa que haya habido jamás: la cena de las bodas del Cordero en el Cielo (Apocalipsis 14:14-16; 19:6-9). Entretanto, la pavorosa ira de Dios se derramará sobre el Anticristo y sus seguidores (Apocalipsis 14:8-11,17-20; 15:1,7-8; 16:1-11). Las huestes del Cielo conducidas por Jesús volverán entonces para derrotar al Anticristo y sus fuerzas. Este enfrentamiento se conoce como la batalla de Armagedón. La misma señalará el fin de los gobiernos de los hombres, ya que a partir de ahí, según la Escritura, Jesucristo y Sus fuerzas asumirán el mando del planeta para regirlo con justicia. Durante los siguientes mil años -período que se denomina el Milenio- habrá una era de paz y abundancia, y la Tierra será un paraíso (Apocalipsis 19:11-21; 20:1-6). Al final del Milenio, Satanás será liberado de su prisión en el corazón de la Tierra, donde habrá estado recluido todo ese período. Recobrará su libertad por un brevísimo tiempo, suficiente para volver a engañar a las naciones. Una vez más, quienes no se hayan convertido al Señor, se unirán a Satanás en franca rebeldía contra el reino de Dios en la Tierra. Dios volverá a vencer al Diablo y sus seguidores -esta vez en el marco de una batalla aún más desoladora que el Armagedón, la de Gog y Magog-, tras lo cual purificará completamente la superficie terrestre con un diluvio de fuego (2 Pedro 3:10; Apocalipsis 20:8-9; 21:1). Después de la batalla de Gog y Magog, Dios edificará un mundo nuevo sobre las cenizas del antiguo, «cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia» (2 Pedro 3:13). El planeta será el mismo, pero con una superficie totalmente renovada. Dios recreará la faz de la Tierra y establecerá en ella un nuevo edén. Entonces Su imponente ciudad celestial descenderá del espacio para posarse sobre la Tierra nueva. El Altísimo bajará a vivir con nosotros, y nosotros conviviremos con Él (Apocalipsis 21:2-3). Dicho Cielo en la Tierra será tan concreto y tangible que los capítulos 21 y 22 del Apocalipsis lo describen con todo lujo de detalles, y dan las medidas, los colores, los materiales de la ciudad y mucho más. Será la urbe más grandiosa que se haya construido. Superará con creces nuestros más aventurados sueños. Cubrirá una superficie aproximada de 5,8 millones de kilómetros cuadrados, como casi toda Australia, más de la mitad de Europa o Estados Unidos, o una quinta parte del continente africano (Apocalipsis 21:16). «La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero [Jesús] es su lumbrera» (Apocalipsis 21:23). El Sol y la Luna seguirán brillando para beneficio de quienes vivan fuera, pero los que estén dentro no los necesitarán, toda vez que la ciudad estará dotada de su propia energía luminosa: la luz de Dios, de Su Hijo, Jesús. Toda su estructura será de «oro puro, semejante al vidrio limpio» (Apocalipsis 21:18). ¡Imagínate! Un maravilloso río de la vida fluirá del trono de Dios y atravesará el centro de la ciudad. A ambas riberas del río crecerán árboles de la vida, que darán continuamente doce tipos de fruto, y cuyas hojas serán «para la sanidad de las naciones» (Apocalipsis 22:2). Los santos resucitados tendrán cuerpos sobrenaturales, también conocidos como cuerpos gloriosos, por lo que no necesitarán curación. De ello inferimos que la sanidad a la que alude este pasaje será para la gente y las naciones que moren fuera de la ciudad. Otra característica notable de la Tierra nueva será que «el mar no existirá más» (Apocalipsis 21:1). Hoy en día la mayor parte de la superficie terrestre está cubierta por agua. Eso significa que cuando Dios rehaga el planeta y hayan desaparecido los mares, este dispondrá de cuatro o cinco veces más tierra habitable, la cual podrá ser aprovechada por las gentes de fuera de la ciudad. El globo terráqueo se renovará completamente, será todo nuevo. Estará poblado de pájaros y animales amistosos, además de todas las hermosas criaturas de Dios que conocemos actualmente. En cambio, no habrá lugar para los insectos dañinos ni para las plagas, cardos y espinos (Isaías 11:6-9; 55:13). Toda la creación será tal cual la concibió Dios en el principio, semejante al Huerto del Edén. Un mundo de ensueño, sin pecado ni guerras, sin devastaciones ni muerte, sin enfermedades, ni lágrimas, ni dolor. Y eso no es todo: «En la casa de Mi Padre -dijo Jesús- muchas moradas hay. [...] Voy, pues, a preparar lugar para vosotros [...], para que donde Yo estoy, vosotros también estéis» (Juan 14:2-3). Si has reconocido a Jesús como tu Salvador, un día de estos serás propietario de una mansión que no te costará nada: Jesús ya pagó por ella. ¿Estás preparado para ir al Cielo? ¿Podrás circular libremente por las calles de la ciudad celestial? Solamente los salvos andarán en ella (Apocalipsis 21:24). No querrás perderte eso, ¿verdad? Basta con que aceptes a Jesús como Salvador, si es que aún no lo has hecho.

LA MARCA DE LA BESTIA 666 microchips que permiten el control mundial

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sábado, 9 de abril de 2011

Los diez cuernos El papel de Europa en el Tiempo del Fin

Lalo y yo habíamos conversado en muchas ocasiones sobre las profecías de la Biblia. De ahí que cuando un viejo amigo suyo llamado Daniel le planteó varias preguntas que él no supo responder, organizó un encuentro de los tres. Resulta que, por curiosidad, Daniel —que es budista— había echado mano de una Biblia de los Gedeones en una habitación de hotel y al leerla se topó con un par de pasajes muy enigmáticos del último libro de la misma, el Apocalipsis. Daniel comentó que, por los sucesos actuales, se daba cuenta de que estamos acercándonos al fin del mundo. Había oído hablar de la subida al poder del Anticristo y de un gobierno mundial. Le interesaba saber cómo encajaba eso con lo que había leído. Concretamente, quería saber qué simbolizaban las «siete cabezas» y los «diez cuernos» mencionados en los capítulos 13 y 17 del Apocalipsis. Leímos, pues, varios pasajes de esos capítulos y se los expliqué en los siguientes términos: «Me paré [habla el apóstol Juan] sobre la arena del mar, y vi subir del mar —que representa a la humanidad— una bestia que tenía siete cabezas y diez cuernos; y en sus cuernos diez diademas; y sobre sus cabezas, un nombre blasfemo» (Apocalipsis 13:1). Si leemos el séptimo capítulo del libro de Daniel, escrito unos 700 años antes, nos encontramos nuevamente con esa gran bestia en sus diversas formas. La bestia representa sucesivos imperios de la Antigüedad. En Apocalipsis, capítulo 17, versículos 9 y 10, se nos dice que las siete cabezas corresponden a siete reyes o reinos. «Cinco de ellos han caído —cuando Juan escribió esto en el 90 d. de C., el mundo había visto ya el apogeo y el ocaso de cinco grandes imperios de Oriente Medio: Egipto, Asiria, Babilonia, Persia y Grecia—; uno es —el Imperio Romano todavía estaba en el poder en el momento en que Juan escribió la profecía—, y el otro —el último imperio de grandes proporciones, el del Anticristo— aún no ha venido; y cuando venga, es necesario que dure breve tiempo —los siete años durante los cuales, según otros pasajes, se impondrá el régimen del Anticristo—». En resumen, esas siete cabezas simbolizan seis imperios ya desaparecidos, más el imperio del Anticristo, que está surgiendo en la actualidad, pero que todavía no se ha establecido. «Los diez cuernos que has visto, son diez reyes, que aún no han recibido reino; pero por una hora —un período muy breve— recibirán autoridad como reyes juntamente con la bestia» (Apocalipsis 17:12). Dado que esos diez reyes o potencias aún no habían recibido reino en la época de Juan, es decir, en tiempos de la sexta cabeza, el Imperio Romano, es evidente que los diez cuernos que los simbolizan se encuentran todos en la séptima y última cabeza, el Anticristo. «Éstos tienen un mismo propósito, y entregarán su poder y su autoridad a la bestia» (Apocalipsis 17:13). Esas diez potencias que propician la subida al poder del Anticristo y colaboran con él se describen con más detalle en Daniel 2:34,41-43 y Daniel 7:7-8, 20-24. En Daniel 7:7, el reino de diez cuernos del Anticristo surge de la bestia romana. Ello parece sugerir que los diez reyes, naciones o potencias constitutivas del imperio anunciado para el Fin de los Tiempos y encabezado por el Anticristo surgirán de los vestigios del Imperio Romano, que dominaba gran parte de lo que hoy es Europa. De ser acertada esta interpretación, la Unión Europea (UE) podría desempeñar un papel preponderante en los Tiempos del Fin. Europa se está uniendo por primera vez desde que estuvo bajo el poder de Roma. Es más, el italiano Romano Prodi —presidente de la Comisión Europea— declaró ante el Comité Económico y Social Europeo en 1999: «Por primera vez desde la caída del Imperio Romano hemos unido a Europa, no por la fuerza de las armas, sino sobre la base de ideales compartidos y reglas en común convenidas por todos»1. Por primera vez desde el Imperio Romano, gran parte de Europa ha adoptado una moneda común, el euro. Asimismo, dedica grandes esfuerzos a unirse política y militarmente. Al mismo tiempo que Europa se une, lo propio ha sucedido con el resto del mundo. Aún no se ha gestado una unión de corte político, sino más bien tecnológico. Las distancias prácticamente han desaparecido con los adelantos en materia de telecomunicaciones, el uso cada vez más extendido de Internet y la facilidad, rapidez y bajo costo de los viajes. Igualmente se han superado numerosos obstáculos financieros gracias a la integración de muchas economías. En consecuencia, lo que ocurre en cierto rincón del planeta tiene un gran efecto en otros sitios. El Anticristo ejercerá dominio de gran parte del mundo. Sin embargo, parece lógico suponer que Europa se constituirá en su bastión y que los «diez cuernos» serán las naciones europeas que más colaborarán con él. —Pero lo bueno —le expliqué a Daniel— es que, al final del régimen del Anticristo, Jesucristo volverá en las nubes del Cielo con poder y gran gloria para rescatar a todos los que sean salvos, poner fin al perverso imperio del Anticristo y establecer Su propio reino en la Tierra, un reino en el que habrá justicia, paz y abundancia para todos (Mateo 24:29-31; Apocalipsis 14:14-16; 19:6-9, 11-21; 20:1-4). Lo mejor que puedes hacer en preparación para estos acontecimientos que pronto ocurrirán es tomar partido por quien a la postre saldrá vencedor: ¡Jesús!

Atentos al 666 Novedades sobre los implantes de microcircuitos en seres humanos

Cámaras por todos lados, satélites del sistema de posicionamiento global (GPS), microcircuitos implantados debajo de la piel. ¿Elementos de la última película de ciencia ficción? En absoluto. Son temas que aparecen regularmente en las noticias. Es más, muchos de ellos ya ni siquiera son noticia. Sin embargo, hay una novedad que constituye una señal de alerta y merece nuestra atención. El VeriChip, presentado en diciembre de 2001 por la empresa Applied Digital Solutions (ADS), con sede en EE.UU., ha sido catalogado como el primer microcircuito factible de implantarse en el ser humano. El chip está diseñado para portar un número de identificación único y otros datos personales (hasta 128 caracteres). Funciona a modo de código de barras personal. Tiene aproximadamente el tamaño de una punta de bolígrafo y es susceptible de ser inyectado mediante una jeringa. Una vez introducido, puede activarse por un escáner externo. Por medio de señales de radio, el chip puede transmitir el número de identificación y la demás información almacenada en él a un teléfono, la Internet o un banco de datos. El dispositivo es similar a los ya implantados en millones de perros y gatos para que sus dueños puedan identificarlos y reclamarlos en caso de extravío. Ya se está comercializando como producto experimental en algunas partes del mundo. El VeriChip viene con un pequeño escáner y un kit para inyectarlo. Este dispositivo está estimulando la imaginación de la gente. Las reacciones son diversas: en un lado del espectro están los jóvenes a los que les parece bacán y no ven la hora de implantárselo; en el otro extremo, las asociaciones de defensa de las libertades civiles, a las que preocupa que el dispositivo pueda ser empleado algún día por un ente estatal estilo Gran Hermano. ADS alega que el chip podría salvar la vida a enfermos de Alzheimer que se extravían. Además le vendría como anillo al dedo al personal médico de la sección de urgencias de los hospitales, pues le daría identificación veraz e instantánea sobre pacientes que han perdido el conocimiento o se hallan en estado de shock. El principal argumento de venta de ADS es que al ofrecer seguridad al usuario, se le proporciona tranquilidad. Por ejemplo, en diversos países de Sudamérica el chip se promueve como medio de identificar y rastrear fácilmente a las víctimas de secuestros. En este mercado, el chip se ofrece junto con el dispositivo personal de GPS producido por ADS, el Digital Angel. Otros posibles usos en el campo de la seguridad son los de rastrear a individuos en libertad condicional, a personas bajo arresto domiciliario y a individuos inscritos en programas de protección de testigos. Los defensores de Digital Angel lo promueven como un «enlace entre los circuitos electrónicos y humanos». El microcircuito le dura al usuario de por vida. En afirmaciones hechas recientemente por ADS se alega que el VeriChip es superior a las tecnologías biométricas, toda vez que está implantado y es por lo tanto prácticamente imposible de alterar. Los críticos del chip expresan inquietud ante el espectro de que se le inyecte a alguien contra su voluntad, quizá subrepticiamente durante una vacunación de rutina. Además les preocupa la posibilidad de que las autoridades hagan obligatorio su uso como medio de identificación. El presidente de ADS, Richard Sullivan, manifestó que ve la posibilidad de emplear el dispositivo en niños, ancianos, presidiarios y en personal de aeropuertos y plantas nucleares. «La sociedad en general también podría adoptarlos en vez recurrir a tarjetas electrónicas o de crédito», añadió. Otras personas que se muestran favorables a los implantes de chips en seres humanos afirman que no tienen nada que ocultar, por lo que no les importaría portar uno de esos microcircuitos para efectos de identificación. Alegan que si ya tienen cédula de identidad, ¿por qué no implantarse un chip? Todo esto adquiere un espeluznante parecido con la siguiente profecía del Apocalipsis: «Hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la Bestia, o el número de su nombre. Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la Bestia [el Anticristo], pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis (Apocalipsis 13:16-18). Independientemente de quién esté generando la atención mediática que recibe el VeriChip —ya las siniestras fuerzas espirituales que preparan el camino para el Anticristo, ya los capitalistas ávidos de crear una industria multimillonaria, o ambos—, el objetivo es el mismo: acostumbrar a la gente a la idea para que la trague. Es la típica estrategia de publicidad. Cuanto más ve la gente que se promueve un producto, más atractivo se vuelve. A la larga todos terminan por convencerse de que lo necesitan. Otros efectos son igual de previsibles: A medida que más personas acepten los implantes de chips en seres humanos, las objeciones de quienes disciernen a qué nos van a llevar se verán inicialmente desacreditadas y luego descalificadas como manifestaciones de histeria irracional de sectores marginales y paranoicos de la sociedad. Si bien es posible que el VeriChip no sea la «marca de la Bestia», sin duda constituye un gran paso en esa dirección. Sus defensores dicen que los implantes de chips pueden certificar la filiación de una persona, garantizar una adecuada atención médica, reducir la delincuencia, hacer más expeditas las transacciones financieras y simplificar la vida cotidiana. Todas esas afirmaciones son ciertas. Pero hay algo más, o al menos lo habrá a futuro. La marca de la Bestia tendrá ramificaciones espirituales, no sólo de orden práctico. «Si alguno adora a la Bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, él también beberá del vino de la ira de Dios» (Apocalipsis 14:9-10). Recibir la marca de la Bestia no será una decisión puramente económica, sino que implicará también aceptar y adorar al Anticristo y manifestar lealtad a su régimen mundial contrario a Dios. Eso es lo que irá implícito en los implantes de microcircuitos, y que la mayoría de sus defensores no captan u optan por desestimar. ¿Y tú? ¿Perteneces a Jesús y por tanto te negarás a aceptar la marca de la Bestia? El momento de prepararse para esos acontecimientos es ahora. Basta que reconozcas a Jesús como Salvador.

MicroChip-666 NWO Iluminatis Reptiles 9/11 CERN HAARP Chemtrails

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ILLUMINATIS como actuan Y su NEVO ORDEN MUNDIAL

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Los ILLUMINATI y el NUEVO ORDEN MUNDIAL (En Español)

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jueves, 7 de abril de 2011

SEÑALES DE LOS TIEMPOS La crisis de Oriente Medio

Uno de los principales focos de disputa del conflicto entre Israel y Palestina es un pequeño monte de Jerusalén que los judíos denominan la colina del Templo y los musulmanes al-Haram al-Sharif, que significa noble santuario. El sitio es sagrado para los judíos por tratarse del lugar donde estaba emplazado el antiguo templo hebreo, destruido en el año 70 d. de C. por los romanos y nunca reconstruido. Ese mismo promontorio es, además, uno de los lugares más sagrados del Islam. Actualmente, al-Haram al-Sharif comprende más de 14 hectáreas, que equivalen a casi una sexta parte de la vieja ciudad amurallada de Jerusalén. La mezquita de al-Aqsa está situada en el extremo sur, y un santuario musulmán más pequeño, la Cúpula de la Roca, en el centro. Los musulmanes consideran sagrada toda la zona. La soberanía sobre el lugar y la situación de Jerusalén son los dos obstáculos más grandes que ambas partes deben sortear a fin de lograr una paz duradera en la región. Prueba reciente de ello la constituyen los peores choques entre israelíes y palestinos de la última década, desatados por la visita al lugar que hizo en septiembre de 2000 Ariel Sharon —entonces líder de la oposición— acompañado de cientos de soldados israelíes y policías antimotines. Lo que sucederá en Jerusalén —y concretamente en la colina del Templo— es el tema de varias profecías concluyentes que hay en la Biblia y que se refieren a la época en que vivimos. Para entender los acontecimientos de la actualidad y saber qué esperar, es importante conocer esas profecías que hablan específicamente de dicha colina. Las profecías Cuando Jesús confió a Sus discípulos las señales que precederían a Su segunda venida, mencionó una profecía del libro de Daniel, escrito más de 500 años antes e incluido en el Antiguo Testamento: «Cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel [...] habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá» (Mateo 24:15,21). La profecía a la que Jesús hizo alusión reza: «Se levantarán sus tropas, que profanarán el santuario y la fortaleza, y quitarán el continuo sacrificio y pondrán la abominación desoladora» (Daniel 11:31, Reina-Valera 95). Lo que Jesús denominó «el lugar santo», y Daniel «el santuario y la fortaleza» (o «el santuario-ciudadela», como dice la Biblia de Jerusalén), es la zona donde estaba emplazado el templo judío. El sujeto de la profecía de Daniel cuyas tropas «se levantarán» es el venidero dictador mundial conocido como el Anticristo y también llamado «la Bestia» en el libro del Apocalipsis. «El continuo sacrificio» (o «sacrificio diario», NVI) se refiere al ritual de la fe judía en el que la sangre o carne de determinado animal se ofrecía en el templo de Dios en expiación por los pecados. Ese rito fundamental de la fe judía se suspendió luego de la destrucción del segundo templo. La «abominación desoladora», según se desprende de otros pasajes, podría ser una imagen o gran estatua del Anticristo. La «gran tribulación» de la que habló Jesús corresponde a los últimos tres años y medio antes de Su retorno, época en la cual el Anticristo abolirá toda forma de culto religioso a excepción del culto a su persona y perseguirá a los creyentes de todas las religiones. Ello suscitará rebeliones contra su régimen, las cuales se empeñará en aplastar brutalmente. Es evidente que tienen que producirse ciertos sucesos antes que esas profecías puedan cumplirse. Los judíos no han sacrificado animales a Dios desde que su templo fue destruido en el año 70 d. de C., y el único sitio en el que considerarían reanudar tales sacrificios sería la colina del Templo, en Jerusalén, lugar ocupado actualmente por la Cúpula de la Roca, santuario de la fe musulmana. Antes que el Anticristo pueda revocar el sacrificio diario, este debe reanudarse. Para ello forzosamente tiene que haber un templo judío. Y para que éste pueda ser reconstruido, algo tiene que cambiar. O bien la Cúpula de la Roca deberá ser demolida, o los judíos tendrán que acceder a construir su templo en otra parte, posiblemente en otro sector de la colina del Templo. Dado que ambos bandos se muestran intransigentes en cuanto a cuál de ellos debe tener la soberanía de la explanada del monte, se requerirá la intervención de un superhombre para que lleguen a un acuerdo. Entrada en escena del Anticristo «Por otra semana [hebdómada, 7 años] confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda» (Daniel 9:27). Ese pacto de siete años se vuelve a mencionar en Daniel 11:28-31 —el mismo pasaje al que hace referencia Jesús—. Allí se lo denomina «pacto santo», pues es de índole religiosa. Probablemente se trate de un pacto entre el Anticristo, los judíos, los musulmanes y los cristianos, por el cual se decrete la internacionalización de Jerusalén, ciudad a la que tendrán garantizado el libre acceso los fieles de todas las confesiones. Los judíos finalmente podrán reconstruir su templo y restablecer los ritos sacrificiales. Durante tres años y medio todo dará la impresión de marchar mejor. Sin embargo, todo apunta a que el Anticristo hará de Jerusalén la capital de su régimen mundialista. Esto se infiere del pasaje bíblico en que el Anticristo dirige su gobierno desde el templo judío (2 Tesalonicenses 2:4). «A la mitad de la semana [siete años] hará cesar el sacrificio y la ofrenda» (Daniel 9:27). En ese momento, el gobierno supranacional instalará en el sector del Templo una suerte de imagen viviente del Anticristo —posiblemente un ordenador de algún tipo—, la abominación desoladora, y exigirá que todo el mundo adore la imagen o se exponga a morir (Apocalipsis 13:14-15). «Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá [el retorno de Cristo] sin que antes [...] se manifieste el hombre de pecado [el Anticristo], el hijo de perdición, el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios» (2 Tesalonicenses 2:3-4). El pronóstico a largo plazo La situación política mundial —particularmente en Oriente Medio— va a seguir empeorando hasta que se firme el susodicho pacto. Luego de la firma de éste se producirá una aparente mejora bajo el falso mesías, el Anticristo. Pero ésta no durará mucho: al desatarse la gran tribulación el escenario empeorará muchísimo. Sin embargo, después de este terrible periodo, cuando Jesús regrese para rescatar a los Suyos y llevárselos al Cielo, la situación será mejor que nunca para quienes lo hayan aceptado como Salvador. Esa precisamente es la esperanza a la que tendremos que aferrarnos a medida que las cosas empeoren: la promesa del desenlace feliz.

Apuntes sobre el Tiempo del Fin: La sociedad vigilada

En 1949, Poco antes de su muerte, George Orwell escribió su obra cumbre, la novela 1984. Este clásico de la literatura pinta un futuro estremecedor: El mundo ha caído bajo el dominio de tres grandes regímenes totalitarios. El que controla América y las Islas Británicas se denomina Oceanía y está regido por el Gran Hermano. El Estado es preeminente, y hay que servirlo con incuestionable lealtad. Con ese fin, se ha despojado a los ciudadanos de su vida privada. Sin vida privada, no hay libertad. Las noticias, los libros, las obras de teatro, las películas... todo está sujeto a censura. La Historia se ha reescrito siguiendo criterios de propaganda. La Policía del Pensamiento vigila los patrones conductuales de la gente a fin de detectar posibles tendencias desviacionistas. Dispositivos de escucha omnipresentes captan hasta las conversaciones más íntimas. Tal vez el medio de control más eficaz es la televisión, pues los aparatos son tanto receptores como emisores y permiten ver lo que ocurre en cada cuarto de las oficinas, fábricas y hogares. El individuo no se libra en ningún momento de la vigilancia de las fuerzas de seguridad de Oceanía. Por profético que fuera su libro, George Orwell nunca se habría podido imaginar todos los avances que se han hecho en materia de tecnología de vigilancia. Hoy en día su novela se está haciendo realidad. Si el pobre Orwell viniera a ver cómo es el mundo en la actualidad, probablemente se moriría del susto. En su época era todo pura ciencia ficción. Ahora se trata de una realidad, y es imposible dar marcha atrás. Es más, una de las señales más alarmantes de nuestro tiempo es precisamente que a nadie le escandaliza ya que todos sus movimientos se monitoreen y queden grabados. Todo mensaje de correo electrónico no cifrado puede ser leído por muchas personas. Empleando satélites geoestacionarios y otros medios, diversas agencias de vigilancia pueden escuchar todas las llamadas telefónicas que hacemos. Cada compra que realizamos con una tarjeta de crédito o débito queda registrada en una base de datos de algún sitio y asociada a nuestro nombre, el cual está vinculado a nuestro domicilio. Mediante esas bases de datos interconectadas se puede saber exactamente dónde se encuentra una persona y, hasta cierto punto, lo que hace. Analizando en qué gasta su dinero, se pueden averiguar sus gustos y hábitos. Se emplean implantes de chips para vigilar a niños, a presidiarios, a animales domésticos, a enfermos de Alzheimer y demás. En todo el mundo, las cámaras de vigilancia instaladas en la vía pública, en tiendas, estacionamientos y residencias privadas se van convirtiendo en parte de nuestra rutina cotidiana. Nuestras actividades en Internet quedan registradas con todo detalle, hasta el menor clic que hacemos con el ratón. El Gran Hermano ya es una realidad. No solo es una realidad, sino que está consolidando su dominio del mundo. En Australia, la India, Canadá, Sudamérica, los Estados Unidos y hasta en Afganistán ya se está creando la infraestructura para un gobierno mundial que vigile a las personas «por su propio bien y por el bien de la sociedad». Los medios de vigilancia de hoy van allanando el camino para el establecimiento de la sociedad más fiscalizada que quepa imaginar. La idea es controlar. La Biblia predice que próximamente se instaurará un gobierno mundial encabezado por un tirano poseso al que denomina el Anticristo o la Bestia (Daniel 11:21,23,24; 8:23-25; Apocalipsis 13:7). Para gobernar el mundo, primero tendrá que controlar a la población. Y para ello es indispensable que sepa lo que hace la gente. Por increíbles que sean todos estos avances tecnológicos y por mucho que den que pensar a los que saben del Gran Hermano, en realidad no deberían sorprendernos. La Biblia vaticinó un régimen de esas características hace más de 2.000 años. «[El principal asesor del Anticristo, al que la Biblia llama el "falso profeta", que "engaña al mundo"] hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la Bestia [el Anticristo], o el número de su nombre. [...] Su número es seiscientos sesenta y seis» (Apocalipsis 13:16-18). Con el sistema del 666, ningún habitante de la Tierra podrá comprar ni vender nada a menos que tenga una marca en la frente o en la mano derecha. La tecnología está alcanzando rápidamente el nivel de desarrollo que permitirá la instauración de dicho sistema electrónico de control. Simultáneamente, se están produciendo otros cambios en el mundo que facilitarán la toma del poder por parte del Anticristo. Jesús explicó que durante el ascenso al poder de este dictador y su posterior mandato de siete años se multiplicaría la maldad, y el amor de muchos se enfriaría (Mateo 24:12). La Biblia también dice que en esos tiempos «los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor» (2 Timoteo 3:13). ¿Quién salvará al mundo del colapso económico, las guerras devastadoras, el terrorismo, etc.? El Anticristo, naturalmente. Al haber tanta tecnología en manos de hombres cada vez más impíos, el mundo le está haciendo el juego al Anticristo y su régimen mundial autoritario, el cual prometerá «tecnología y seguridad para todos», pero a la vez impondrá vigilancia y control, llegando incluso a emplear la fuerza bruta para reprimir a quienes muestren su disconformidad y a declarar la guerra total contra quienes se nieguen a postrarse y adorarlo como Dios (Apocalipsis 13:5-7,14-18; 2 Tesalonicenses 2:3,4). Aunque el futuro inmediato no se ve muy promisorio que digamos, como dice el refrán, hombre prevenido vale por dos. Al andar sobre aviso uno estará en mejores condiciones de resistirse al Anticristo y su marca. Y el futuro no tan lejano —cuando regrese Jesús (Mateo 24:29-31)— será de lo más brillante. Disfrutaremos del albor de un mundo nuevo en el que el león se acostará con el cordero, y la Tierra será llena del conocimiento del Señor como las aguas cubren el mar (Isaías 11:6-9).