EN ESTE BLOG ENCONTRARÁN LOS ACONTECIMIENTOS DE LAS PROFECIAS DICHAS EN LA BIBLIA SOBRE EL TIEMPO DEL FIN Y DEL GOBIERNO DEL ANTICRISTO Y LA VENIDA DE NUESTRO GRAN DIOS Y SALVADOR JESUCRISTO.
martes, 5 de abril de 2011
¿QUIERES CONOCER TU FUTURO?
¡La Biblia y las palabras de los profetas de Dios son en realidad los únicos verdaderos noticieros o publicaciones de noticias del mundo! ¡Todos los demás periódicos relatan lo que ya pasó, lo ocurrido el día anterior! En realidad no dan noticias, ¡sólo relatan hechos históricos! ¡En cambio, la Biblia nos dice lo que va a ocurrir en el futuro! ¡Está llena de miles de profecías detalladas que describen de forma específica personas, lugares, momentos, situaciones y acontecimientos con miles de años de antelación! (Isa.34:16; 42:9; 2Ped.1:19-21.) Muchas de estas profecías tratan del periodo final de la historia del mundo, justo antes de que regrese Jesús para poner fin a toda la maldad actual y establecer Su propio Reino de Amor y paz en la Tierra. Estos últimos días de los reinos de los hombres en la Tierra se llaman en la Biblia el «Tiempo del Fin», el «fin de los días», los «Postreros Días», etc., ¡y es la época en la que estamos viviendo ahora nosotros! (Dan.2:28; 8:23; 12:4.) Cuando los discípulos de Jesús, deseando conocer el futuro, le preguntaron: «¿Qué señal habrá de tu venida y del fin del siglo?», Él no respondió con una sola señal, ¡sino con docenas de señales! Es más, ¡la Biblia menciona cientos de «señales de los tiempos», indicaciones y señales a las que debemos estar atentos para saber con exactitud cuán cerca estamos del Fin mismo! (Mat.24:todo.) Entre estas señales se cuenta una dramática ola de «pestes, hambres, y terremotos en diferentes lugares» (Mat.24:7); que «será predicado el Evangelio en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones» (Mat.24:14); un drástico aumento de los viajes internacionales, ya que «muchos correrán de aquí para allá, errantes de mar a mar, y la ciencia aumentará notablemente» (Dan.12:4; Amós 8: 11,12); una gran «apostasía» (2Tes.2:3) en que la gente se apartará del Señor, conforme «los hombres malos y los engañadores vayan de mal en peor, engañando a muchos» (2Tim.3:13); y que «el amor de muchos se enfriará» (Mat.24:12), ¡con lo que habrá «angustia de las gentes en la tierra, desfalleciendo los hombres por el temor» (Luc.21:25,26)! ¡Señales todas ellas que claramente se están cumpliendo hoy en día más que nunca! ¡Una de las señales finales más importantes del mismísimo fin, predicha por muchos profetas, es la subida al poder de un gobierno mundial completemente ateo y anticristo, encabezado por un demoniaco dictador poseído por el propio Satanás! Este hombre subirá al poder con un tratado o pacto de 7 años (¡que ya podría estar vigente en secreto!) con el que prometerá al mundo paz y libertad religiosa, y resolverá la crisis de Oriente Medio al lograr un acuerdo entre árabes y judíos que permita a éstos últimos reanudar su culto tradicional en el templo de Jerusalén (Dan.8:23-25; 2Tes.2:1-4; Dan.9:27). Además, ¡el mundo está al borde un gran colapso económico! ¡Y él prometerá sanear la economía! Durante un tiempo, la mayor parte del mundo pensará que este hombre, el Anticristo, es maravilloso, porque habrá traído paz, saneado la economía mundial, resuelto la crisis de Oriente Medio, etc. ¡Pero de pronto, hacia el final de su reinado, tras haber roto el pacto, invadirá Israel desde el norte, y prohibirá y abolirá todos los cultos religiosos tradicionales, proclamando que él es Dios y exigiendo que todo el mundo le adore a él! (Dan.9:27; 8:9-12; 11:21-24, 28-31,36; 2Tes.2:3,4,8,9.) ¡En ese momento colocará un ídolo, una imagen de sí mismo, en el templo, una «abominación desoladora» que muy bien podría ser una especie de robot operado por computadora o una red de telecomunicaciones para su régimen anticristo, ya que hablará y de alguna forma hasta hará matar a todo el que se niegue a adorarla! ¡Jesús mismo dijo que cuando viéramos esa imagen, esa abominación desoladora, en el Templo, entonces empezaría un período de «gran tribulación»! (Dan.11:31; 12:11; Mat.24:15-21; Apo.13:14,15) Durante la última fase del régimen del Anticristo, la gente ya no utilizará papel moneda, dado que el gobierno del Anticristo establecerá un sistema mundial de crédito, ¡y todos los miembros del Sistema que rechacen a Jesús y adoren al Anticristo serán marcados en la mano o en la frente con un número de crédito! El gobierno del Anticristo, por medio de ese nuevo sistema de crédito, obligará a toda la gente a adorar al Anticristo o morirse de hambre, ¡porque nadie podrá comprar ni vender sin ese número o «Marca de la Bestia»! ¡Pero los hijos de Dios nos negaremos a adorarle y a recibir su Marca! ¡Y el Señor nos cuidará, aunque tenga que enviar maná del cielo para que podamos comer! (Ap.13: 16-18; 12:6,14.) Y mientras el Anticristo y sus seguidores estén persiguiendo y tratando de capturar a los hijos de Dios, ¡Dios desatará pestilencias, plagas y hasta extraños monstruos que atacarán a esa malvada gente del Diablo! ¡Ese período de Tribulación será como los últimos tiempos que pasaron los hijos de Israel en Egipto! ¡Los profetas de Dios harán grandes y poderosas señales, prodigios y milagros para defender el Evangelio y a los hijos de Dios! (Ap.7:3; 9:1-11; 11:3-6.) Hacia el final del periodo de Tribulación, habrá 10 «reyes» que se unirán al Anticristo, y juntos destruirán y «devorarán con fuego a Babilonia, la gran ramera»; ¡castigo final que, a juzgar por muchos pasajes de las Escrituras, parece que ocurrirá cuando las 10 naciones principales de Europa --quizá de las que componen la Comunidad Económica Europea-- se unan a Rusia contra los EE.UU., lanzando un ataque nuclear por sorpresa que destruirá a EE.UU. en una hora! (Dan.11:38,39,43; Ap.17: 12,16,17; 18:1- 10,17-19.) La represión y persecución a escala mundial de todos los que se nieguen a adorar al Anticristo, a la que se sumará la horrorosa guerra nuclear, ¡hará que dicho período de Gran Tribulación sea el más turbulento que ha habido nunca! De hecho, Jesús dijo: «Si aquellos días no fuesen acortados (si no llegasen a su fin), nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos (los cristianos), aquellos días serán acortados (llegarán a su fin)» (Mat. 24:21,22). Justo al final de los últimos 7 años, cuando el demoniaco Anticristo piense que domina el mundo, de repente, ¡BUM!, inesperadamente, ¡Jesús regresará para rescatar a todos Sus hijos de este mundo! ¡Justo después de la hora más oscura de la historia del mundo, veremos el amanecer más luminoso! ¡Jesús regresará para rescatar a los Suyos, a Su Iglesia, a Su pueblo, a todos los que le amen, le conozcan y le tengan en su corazón! (Mat.24:29-31.) ¡Todos los cristianos que ya hayan muerto y se hayan ido con Jesús regresarán con Él para recoger su nuevo cuerpo de re-surrección! ¡Y «la tierra dará sus muertos»! (Isa.26:19.) Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, después de haber sobrevivido milagrosamente dando testimonio de Jesús durante todo el reinado de terror del Anticristo, seremos instantáneamente cambiados, transformados, y se nos dará un nuevo cuerpo de resurrección, milagroso, poderoso y sobrenatural, ¡como el de Jesús después de Su resurrección! Y nos iremos volando hacia arriba, hacia el cielo, para «recibir al Señor en el aire, ¡y así estaremos siempre con el Señor!» (1Tes. 4:14-17; 1Cor.15:51- 57; Fil.3:21.) ¡Todos nuestros enemigos anticristos quedarán asombrados al ver al Señor viniendo en las nubes del cielo con poder y gran gloria, iluminando todo el firmamento como si hubiera un relámpago continuo, al ver que las potencias de los cielos son conmovidas, y al Señor descendiendo con voz de mando; al oír la trompeta de Dios, que sonará estruendosamente, y al ver que las tumbas de los santos se abren, que los muertos resucitan, y que todos los hijos de Dios que todavía estén vivos se transforman delante de ellos y salen volando hacia arriba para encontrarse con Jesús! «¡Todo ojo le verá, y todos los linajes de la tierra harán lamentación por Él!» (Mat.24:27-31; Ap.1:7.) Jesús regresará para arrancar a Su Esposa, la Iglesia, de las malvadas garras del Enemigo, y llevársenos luego a toda velocidad para asistir a la fiesta de bodas más grandiosa, espléndida y emocionante que se haya celebrado jamás: ¡la gran cena de las bodas del Cordero en el Cielo! En el transcurso de dicha fiesta, ¡nos regalaremos la vista presenciando desde lo alto el espectáculo de los castigos de Dios que estarán cayendo sobre el mundo malvado e impenitente! Justo después de que el Señor nos haya rescatado y arrebatado para estar junto a Él, ¡se derramarán sobre el Anticristo y su gente las terribles copas de la gran ira de Dios, horrorosas y espantosas plagas como nunca ha habido en el mundo! (Ap.19:6-9; 14:14-20; 16:11-21.) ¡Dios derramará Sus castigos, horrores e ira sobre el Anticristo y sus fuerzas para castigarlos y darles su merecido, hasta que llegue la Ira final, cuando los impíos se congreguen en Armagedón, Israel, para enfrentarse a las demás naciones de la Tierra, a los que, a pesar de no ser salvos, aún se resistan a su malvado dominio! ¡Entonces Jesús en persona y Sus fuerzas celestiales resucitadas y glorificadas saldrán del Cielo en dirección a la tierra, montados en majestuosos corceles blancos, para derrotar y destruir completamente al Anticristo y aniquilar definitivamente sus fuerzas en la sobrenatural y catastrófica batalla de Armagedón, y rescatar a todas las gentes no salvas que se le estén oponiendo! A estas personas, a pesar de no haberse salvado nunca, ¡Jesús misericordiosamente les permitirá entrar con vida en el Milenio, la futura Edad de Oro, a fin de que tengan ocasión de conocerle y creer en Él! (Ap.9:13-21; 16:12-16; 19:11-21; 17:14; 16:12-21; Dan.12:12.) ¡Luego nosotros, los santos de Dios, junto con Jesucristo nuestro Rey, nos adueñaremos del mundo, lo organizaremos y lo gobernaremos y dirigiremos tal como hubieran debido hacerlo los hombres, como lo habrían hecho si se hubieran sometido a Dios! ¡Estableceremos el Reino de Dios en la Tierra y convertiremos de nuevo este planeta en un hermoso paraíso! ¡Este asombroso período durará mil años, y por consiguiente se conoce como el Milenio! (Dan.2: 44; 7:18,26,27; Ap.20:4.) Dice: «Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección (el Arrebatamiento); la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, ¡y reinarán con Él mil años!» (Ap.20:6.) Jesús también prometió a los que le sean fieles: «Al que venciere y guardare Mis obras hasta el fin, Yo le daré autoridad sobre las naciones (de los supervivientes no salvos), y las regirá con vara de hierro (con autoridad)» (Ap.2:26,27). ¡El Diablo será atado y arrojado preso al abismo durante dicho periodo de mil años, la autoridad de Dios será incuestionable, y Jesús reinará en todo lugar, con nosotros, que regiremos y reinaremos con Él! ¡Los supervivientes que hayan entrado con vida en el Milenio serán obligados a hacer bien las cosas y a obedecer durante mil años! ¡Entonces, y sólo entonces, bajo el supremo y poderoso gobierno y reinado de Cristo y de los hijos de Dios, acabarán por fin todas las guerras y el mundo será finalmente bien gobernado, equitativamente, con verdadera justicia, libertad, paz, abundancia y felicidad para todos! (Ap.20:1-3; Isa.2:2-4; Sal.22:27,28; 42:2,3,7,8.) La maldición quedará parcialmente suprimida, con lo que las condiciones reinantes serán muy diferentes y mucho mejores. ¡La Tierra será como cuando estaban Adán y Eva en el huerto del Edén! «¡Nada hará mal ni dañará en todo el santo Reino de Dios!» ¡Ya no habrá automóviles que echen apestosos gases de escape, ni grandes fábricas humeantes! ¡El mundo volverá a utilizar medios de transporte de tracción animal, carretas, carruajes, y hermosos y majestuosos barcos de vela propulsados por el viento! (Isa.11:6-9; 65:20-25.) Durante el Milenio, nosotros, los santos resucitados nacidos de nuevo y salvos, tendremos un nuevo cuerpo sobrenatural con poderes asombrosos y milagrosos: seremos indestructibles e inmortales, no sentiremos dolor ni sufriremos enfermedades, podremos destruir a nuestros enemigos con un pensamiento, una mirada o un gesto, aparecer y desaparecer, volar y cambiar de apariencia para que sea imposible reconocernos, a fin de espiar a nuestros enemigos e invadir sus escondites más secretos. ¡Podremos conocer hasta sus mismos pensamientos con nuestros poderes para leer la mente, y tendremos una vista de rayos X que nos permitirá ver a través de paredes y a enormes distancias a fin de descubrir sus planes y tácticas! Al mismo tiempo, podremos comunicarnos entre nosotros por telepatía, o sea, sin decir ni una palabra, aun a gran distancia, mientras que nuestros enemigos no tendrán ninguna de estas ventajas; ¡así que será bastante sencillo gobernarlos con la sabiduría, el poder, la justicia y el amor de Jesús y Su dirección personal! Pero el resto del mundo, las personas que hayan obtenido la gracia y bendición de entrar con vida en el Milenio, seguirán teniendo su mismo cuerpo natural. ¡Todos los que vivan en la Tierra verán el glorioso poder y Reino de Dios, y entonces todos creerán! Así que no habrá ningún incrédulo; ¡pero me temo que habrá todavía algunos que no querrán aceptarlo, que no se someterán ni obedecerán, y que seguirán siendo obstinados, rebeldes y desobedientes! Esas personas malvadas que lo rechacen se trasladarán seguramente a zonas remotas de la Tierra para llevar una vida independiente del benigno reinado de Jesús, y siempre y cuando no molesten a los que sí lo reciban --los buenos ciudadanos del Reino de Jesús--, los abandonaremos a sus propios pensamientos (Hab.2:14; Isa.29:18,19; 32:1; 40:5). Luego, a modo de última prueba y para separar a las ovejas de las cabras, al terminar el Milenio Satanás será soltado de su prisión en el corazón de la Tierra por «un poco de tiempo», el suficiente para engañar a los impíos que no se hayan convertido, que hayan rechazado el Reino de Amor de Cristo. Dichos rebeldes volverán a seguir a Satanás de lleno, en declarada rebeldía contra el Señor y Su gobierno, y atacarán el «campamento de los santos», el campamento de los terrícolas normales que sean ciudadanos del Reino milenario de Jesús. ¡Eso conducirá a la catastrófica batalla de Gog y Magog, en la cual Dios, de lo harto que estará de ellos, enviará fuego del Cielo que los consumirá por completo! (Sal.2:todo; Isa.26:9-11; Ap.20:7-10.) ¡De hecho, hará que descienda un fuego tan espantoso que consumirá completamente toda la Tierra, y los cielos se desvanecerán como un pergamino que se enrolla, con gran estruendo! Todo estallará y se consumirá, y toda la superficie de nuestro planeta se fundirá completamente. Cuando el mundo haya sido totalmente limpiado, será recreado, ¡y habrá una hermosa Tierra Nueva, sin mares! (2Pe.3:10-13.) Después de la culminante batalla de Gog y Magog, ¡todas las personas no salvas de todos los siglos resucitarán para el juicio final ante el gran trono blanco! Todos los muertos que no se hayan salvado resucitarán por fin para comparecer ante Dios mismo en el juicio final, en el cual «los libros serán abiertos», cada cual recibirá su sentencia definitiva según sus obras, y a cada uno se le asignará el lugar definitivo que deba ocupar en el otro mundo (Ap.20:11-15). ¡Entonces, la magnífica y celestial Ciudad Espacial de Dios descenderá de lo alto a la hermosa tierra nueva regenerada, que será como el Huerto del Edén! ¡Y Dios mismo morará con nosotros aquí en la Tierra! ¡Al traer aquí abajo Su Ciudad Celestial y restablecerse como Rey de reyes para siempre, será como si Dios se apoderara del mundo invadiéndolo desde el espacio exterior! ¡Esta magnífica Ciudad del Espacio tiene 2.400 km de largo, 2.400 de ancho y 2.400 de alto! Es el mayor vehículo espacial que haya habido nunca, la nave espacial más maravillosa que jamás se haya concebido. ¡Ha sido construida por el Señor y ya viene hacia la Tierra! (Ap.21:¡todo!) ¡Toda «la Ciudad es de oro puro, semejante al vidrio limpio»! (Ap.21:18.) ¡Es de una especie de vidrio transparente de color dorado, un hermoso oro cristalino! ¡Así que a través de las paredes transparentes de la Ciudad se podrá ver fuera la hermosa Tierra Nueva, completamente reconstituida y regenerada, en la que habitarán nuevas naciones, reyes y gentes que aprenderán entonces la justicia, la bondad y el amor de Dios, aunque estén fuera de la Ciudad de oro y de sus muros de piedras preciosas! (Ap.21:1,24-26.) ¡Habrá entonces un mundo mejor con personas mejores que habrán aprendido a vivir según la ley del Amor de Dios y que serán más felices que nunca, ya que finalmente habrán sido limpiadas y purificadas de sus pecados de rebeldía contra Dios y sanadas por las hojas de los árboles de la vida, que nosotros les llevaremos desde donde crecen, a orillas del río de la vida que está dentro de la Ciudad! (Ap.22:1,2.) ¡Únicamente los más malvados de todos, como Satanás, el Anticristo, su Falso Profeta y sus más devotos seguidores, que habrán rechazado a Cristo, habrán sido arrojados en el lago de fuego para ser castigados y limpiados de su diabólica rebeldía! Si se arrepienten allí, puede que se les deje en libertad y se les permita vivir en la superficie de la Tierra Nueva. Pero si no se arrepienten, ¡es posible que Dios opte por destruirlos completamente! (Ap.21:8; 22:14,15; Fil.2:10,11; 1Tim.2:4; Efe.1:10; 2Pe.2:12.) ¡Puede que algo de esto te sorprenda, pero es la verdad de la Palabra de Dios! ¡Si quieres, lo puedes leer tu mismo en la Biblia, si de verdad deseas saber las cosas que sucederán pronto, si anhelas la justicia de Dios y ansías Sus aguas vivas que dan vida eterna por medio de Su Amor y el sacrificio de Su Hijo Jesucristo! ¡Porque Él ha prometido que si lo haces, tú también serás llenado y saciado, hasta rebosar sobre otros que también le necesitan! ¡Aleluya! (Juan 5:29; Hch.17:11; Mat.5:6.) Si tú, pues, deseas un nuevo mundo y una nueva vida con un nuevo gobierno bueno de Dios mismo, y hasta te gustaría ayudar a dirigirlo con paz, abudancia y felicidad para todos, ¿por qué no le pides hoy a Jesús que entre en tu corazón, te unes ahora a nosotros y trabajas con nosotros para hablar a la gente de Su Amor, y para mostrarle, basándote en la Biblia, el mundo tan maravilloso que habrá, prueba de lo cual será tu propia cara sonriente y nuestra celestial forma de vivir, todos juntos en un ambiente de amor, muestra viva del Cielo venidero! (Juan 1:12; Ap.3:20; Mat.5:16.) ¡Prepárate ya para el futuro recibiendo a Jesús ahora mismo! Haz simplemente esta oración: «Señor Jesús, te ruego que entres en mi corazón y me perdones todos mis pecados. Ayúdame a amar y vivir para Ti, a anhelar Tu Verdad, a aprender Tu Palabra y a hablarles a los demás de Tu Amor. En el Nombre de Jesús, amén.»
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